VALÈNCIA.- 9 de octubre de 2009. El entonces vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons (València, 1964), declaraba ante los medios de comunicación presentes en el acto institucional del Día de la Comunitat Valenciana una frase que durante meses (o años) fue utilizada de manera recurrente entre periodistas y políticos para apostillar cualquier conversación aun cuando nada tuviera que ver con el asunto tratado. «La fiesta acaba a las 16.00 horas». Eran tiempos convulsos en el PP, con la corrupción como trasfondo. Su vaticinio se cumplió días después cuando Ricardo Costa era fulminado como portavoz parlamentario y como secretario general del Partido Popular en la Comunitat Valenciana, mientras las informaciones lo colocaban en una supuesta trama de financiación irregular del PPCV en relación con empresas investigadas en el caso Gürtel.
Fue uno de los momentos más duros que ha vivido en su prolífica carrera política. Senador, diputado, portavoz, conseller, cargos en el partido y desde 2014 eurodiputado con mando en el grupo parlamentario popular. Pero no el único. Se puede decir que hubo dos etapas igual de complicadas o de mal recuerdo para el eurodiputado.