Mónica Oltra ha sido literalmente arrasada. Aniquilada, Pero no, no han rematado a Ximo Puig. Habrá nuevo Botànic. La derecha mediática institucional, militante y mediopensionista equivocó el diagnóstico. Y ha derrochado cuatro años de dinero, talento, tiro al plato e inútiles esfuerzos. Es que la cosa iba de bloques, pactos y no de mayorías. Esta mañana el PPCV llenará la Plaça de Bous de València. Y el 28M Joan Baldoví sorpasará al Vox Imperial de Santiago Abascal El Asirio y cierra España. Su representante y candidato en la nostra terra valenciana Carlos Flores ha declarado solemnemente "no va a haber ningún gobierno valenciano del PP sin Vox. Punto". Y seguido. No, espera. Toma aire.
Domingo de encuestas cruzadas. Semana de indecisos. La dictadura del algoritmo. El gesto oculto de la lluvia. Crías de orcas asesinas. Talaiots. Los últimos reductos romanos. Balas, cocaína y perros de presa. Cigüeñas negras. Trompetistas del apocalipsis. Infiernos y colapsos. Le Radeau de la Méduse. Islas abandonadas. Epifanía barroca de granizo y viento. Paulina Rubio: "Me gusta que me digan que soy una estrella. Me lo he ganado, soy una diva". Empalmante. De la muerte. Nenas, al salón.
Aquí ya irrumpe mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González putxero de polp de Benissa tres y repique, menhires, búfalos embolados y estrellas fugaces com un bou embolat y resopla contra el burladero de la pantalla y me suelta a bocajarro un clikbait emocional como un misil: A vore, sanguango, aquesta setmana gens de política ni profecies. Escriu-me una cosa lleugera de Cannes. Sobre Elle Fanning, Alessandra Ambrosio, Johnny Deep i Carys Zeta Douglas... Absolutament res del cul de Pedro Pascal ni Harrison Ford. I menys dels muscles de Sasha Obama. Ni se t'ocórrega nomenar a Leonor i els leonoristes working class. Sí bwuana. Of course. A manar.
María José Catalá se atusa el pelo ondulado, sonríe y mira a la cámara. Y sin inmutarse, le lanza un puñal a su rival Carlos Mazón. A continuación, una caricia al camarada siempre ¡Presente! Eduardo Zaplana. Y un mensaje directo al sistema límbico de la población popular indígena del País Valencià: "Hablemos del segundo cambio de València, porque el primero lo hizo Rita Barberá". Las sobrinas -en casa somos muy de pizza todos los fines de semana- pensando en el vestido transparente de Kylie Jenner y Kate Middleton tocando el piano para los Thurn und Taxis, vamos, a lo que iba, las Corbín Barberá se me revuelven en lo mas hondo y profundo del Spa. Sí. Ahí. Una directa y activa llamada al voto divergente en la urna municipal y la autonómica. Una de cal y otra de arena. Ave María Purísima. Sin pecado concebida.