VALÈNCIA. Todo terremoto tiene réplicas. Y los cambios en la dirección de Podemos y Ciudadanos -el primero, tras el Vistalegre valenciano que proclamaba a Antonio Estañ como nuevo secretario general de los morados en la Comunitat, y la segunda con la nueva síndica Mari Carmen Sánchez al frente del grupo tras el relevo de Alexis Marí- han provocado que la renovación del Consell Jurídic Consultiu salga de la parálisis. Eso sí, con recelos mutuos en ambas formaciones.
El primer movimiento lo dio el dirigente morado. Estañ anunciaba el miércoles que la nueva dirección autonómica de su partido debatiría en su primera reunión -que tenía lugar este viernes- la posibilidad de cambiar al candidato que registraron para el Consell Jurídic Consultiu el pasado mes de diciembre. Una maniobra que respondía a que la votación para renovar el órgano cayera del pleno unas horas antes porque ninguno de los candidatos propuestos por los grupos era una mujer, por lo que no se cumplía la obligada paridad que marca el Reglamento de Les Corts.
Tan solo un día después, Valencia Plaza adelantaba que los naranjas querían hacer lo mismo. Incluso iban un paso por delante, pues ya han pensado en quién sustituiría a su candidato. La ilicitana Mari Carmen Pérez Cascales, miembro del Consejo General de la Abogacía Española y decana del Colegio de Abogados de Elche durante nueve años, es la persona por la que apostarían en Ciudadanos.
Dos decisiones en paralelo, que no sucesivas -pues fuentes del partido naranja aseguran que su iniciativa no respondía a que el día anterior Podemos diera el paso adelante, sino que estaba meditado ya-, que han tenido un mínimo denominador común: la propuesta -en el segundo caso, más avanzada por haber buscado ya candidata- ha generado malestar en parte del grupo parlamentario. Concretamente, en los vencidos en los conflictos internos.
En el caso de Ciudadanos, el grupo de los críticos que se posicionaron en favor de Marí cuando el exportavoz defendió los intereses de los valencianos al estar en contra de los Presupuestos de Mariano Rajoy pese a la advertencia de la dirección nacional de su partido de que no lo hiciera o sería relevado del cargo, desconocían que se estuviera pensando en una alternativa al presidente de la Fundación por la Justicia, José María Tomás y Tío.
Tampoco en la formación morada la intención o posibilidad de plantear en la reunión del Consejo Ciudadano Valenciano un cambio de Rubén Martínez Dalmau, agradaba a algunos diputados, que aseguran que en la reunión del grupo parlamentario previa al pleno no se comunicó este propósito.
Ambas situaciones son poco alentadoras; en el segundo de los casos, todavía más si cabe. Pues aunque ésta es una decisión que debe votarse en la nueva directiva autonómica -aún por conformar-, no existe mayoría de ninguna facción, por lo que la negociación y los pactos entre los exmiembros de distintas candidaturas del Vistalegre valenciano son necesarias para llegar a acuerdos. Entre ellos, para el cambio de portavoz del grupo parlamentario en Les Corts. La vida interna y los equilibrios de las distintas facciones son cada vez más complicados en Podemos y Ciudadanos.
