Lamu engancha por su gente, por su belleza, por su naturaleza y por su autenticidad... Porque Lamu es auténtico. Lamu es uno de eso destinos imprescindibles de conocer. Lamu es uno de esos lugares peculiares y únicos que quedan en el mundo, Lamu es una isla poco conocida y muy admirada al mismo tiempo. Un gran descubrimiento cuando llegas hasta aquí. De hecho, cuenta con unos de los reconocimientos de la Unesco porque Lamu mantiene su cultura swahili en estado puro con una decadencia elegante y unas construcciones de hace más de 500 años.
Lo más alucinante de Lamu es que es uno de esos lugares donde uno revive como fue la vida en el siglo pasado en tiempo real.
Sigue sin haber contaminación lumínica, el trasporte sigue siendo el porteo, y los barcos y los burros son su medio de transporte más habitual aunque en este último año ya han entrado las motos que funcionan de taxis para moverse con más facilidad por el resto de la isla. Una realidad que ha minado algo su encanto. Esta isla es rica y pobre al mismo tiempo. Una isla que no esconde ni su pobreza ni su riqueza.
En esta isla hay varios proyectos españoles de cooperación y uno de ellos es mayoritariamente valenciano, es el proyecto que lidera la organización One Day Yes y por ello todos los años grupos de valencianos y valencianas vienen cada año a maravillarse y engancharse de esta isla.
Lamu es una isla de contrastes. Donde pasas de la escasez a los excesos. Es una isla relativamente pequeña que cuenta con contrastes importantes. En Lamu hay fotografías de todo tipo y todas encandilan. Desde la belleza de la simplicidad hasta la belleza de la decadencia. Porque hasta la decadencia más pobre es bonita. Aunque lo más bello son las personas que viven aquí.
La alegría y la amabilidad de las personas de Lamu es en lo que que coincide todo el grupo de amigos y amigas valencianos que han decidido pedir este año a los Reyes Magos un viaje a Lamu y lo que no saben ellos es que regalo lo hacen a esta isla cada vez que ellos y ellas vienen a Lamu.