Una de las noches más emocionantes del año es la que vienen los Reyes Magos de Oriente a conocer a Jesús, el niño Dios, y en la actualidad también a colmar de regalos a los que se han portado bien. A los demás, les dan el merecido carbón, dulce para aminorar el impacto de la decepción de no recibir obsequios.

Desde mediados del siglo XIX se representa su llegada a la ciudad por medio de una cabalgata multitudinaria. Ahora se lo cuento, pero deje que le ponga en antecedentes. La Cabalgata de los Reyes Magos de Alcoy es la más antigua del mundo. Y las demás de la provincia de Alicante son herederas de ella. Fue en 1934 la primera cabalgata que se celebró en la capital alicantina.

Además de describirlos en los relatos bíblicos, se representa a los Reyes Magos por primera vez en un fresco del siglo II en la capilla griega de la catacumba de Prisilla en Roma, nada menos. En el fresco se les ve llevando regalos a Jesús, se distingue uno del otro por el color de su ropa. Según los evangelios, le llevaron oro, incienso y mirra. Se les nombra por primera vez por su nombre – Melchor, Gaspar y Baltasar – en un mosaico del siglo VI en la iglesia de San Apolinar Nuovo en Rávena (Italia). A partir de ahí la simbología fue avanzando con el paso del tiempo y de representar a unos magos entre los que había un joven, un adulto y un anciano. Ahora se les muestra como reyes sabios que viene de lugares lejanos vestidos con lujosos ropajes y llevan frondosas barbas.

Vuelvo con lo más cercano, lo que hace diferente a la cabalgata más antigua del mundo de las demás. Fue pionera. En el Diario de Alcoy se cita por primera vez en unos escritos de 1866. Pero es en 1885 cuando se considera el año que se realiza la cabalgata como tal y de forma continuada. El 5 de enero las calles se llenaban de pajes que anunciaban la llegada de Sus Majestades, y se les veía llegar después.