CASTELLÓ. Castelló acoge desde este martes hasta el jueves las III Jornadas Técnicas de la Asociación de Empresas Públicas de Medio Ambiente (Anepma). El foro ha comenzado con la mira puesta en la aplicación de la nueva tasa de basura, que obliga a la ciudadanía a costear el 100% del servicio y que pretende que paguen los que más residuos generen y fomentar un consumo responsable.
A la vista de ello, administraciones y empresas trabajan en soluciones que permitan identificar y distinguir la basura que se genera en cada vivienda o negocio a fin de facilitar bonificaciones entre los que más reciclen. Dos posibles vías están en comprobar el consumo de agua en cada casa o en implantar sistemas de identificación en los contenedores, explica Jorge Blanco, director general de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat, Jorge Blanco.
En el primer caso subraya que hay una sentencia del Tribunal Supremo que señala que el recibo del agua es una manera de establecer el pago por generación de basura ya que esta variable puede concretar el número de personas que vive en un hogar y calcular su volumen de residuos.
Luego, hay métodos de control en contenedores para ver lo que produce cada ciudadano y poder así luego premiar a los que menos consuman. Al respecto, el Ayuntamiento de Castelló estudia de cara a 2026 la introducción de una tarjeta verde que realizaría un seguimiento individualizado para bonificar a los que más reciclen.
"Ahora el ciudadano sabrá lo que cuesta la gestión de residuos"
La nueva tasa de basura, que se aplicará a partir de 2025 en cumplimiento de la Ley 7/2022, ha sido una de las cuestiones que ha centrado las jornadas, al afectar al sector especialista y a las Administraciones, ya que los ayuntamientos no podrán asumir parte del coste como hasta ahora sino que tendrán que recargar la totalidad en la ciudadanía. Es por ello que se buscan soluciones para fomentar el reciclaje a fin de poder bonificar a los consumidores y amortiguar el golpe.