El meigallo y la fantasía mágica. Dice el conxuro de la Queimada, esa bebida de aguardiente quemado que tantos ancestros galaicos me trae, “mouxos, coruxas, sapos, bruxas, demos, trasgos, espritos, meigas, hechizos,….”, pues una combinación de todos estos seres fantásticos más hadas, elfos y duendecillos viven entre La Moncloa y Ferraz. No sé si cual Merlín elaborando pócimas mágicas o gallegos de pro haciendo la Queimada correspondiente, el caso es que casi ya tenemos la fórmula definitiva para resolver el galimatías del gobierno en este país. Entre bambalinas, con candiles encendidos, a media luz, se adivina la juntanza de Pedro Sánchez, su Jefe de Gabinete Iván Redondo y su sociólogo de cabecera, el ínclito responsable del CIS, José Félix Tezanos, dando razones y justificaciones mágicas para salir del laberinto cuasi de minotauro. Dice la mitología que los duendecillos son “seres fantásticos de forma humanoide, del tamaño de un niño pequeño presentes en el folclore de muchas culturas”. Suelen ser traviesos y tienen contacto con otros espíritus de la naturaleza. No se entenderían las decisiones sin esta vertiente, permítanme el juego.
O Gobierno o elecciones. La estrategia está clara. Se convoca pleno para el 22 de este mes para una única investidura que será fallida, luego vacaciones de agosto y después a cumplir el plazo de los 47 días de rigor entre convocatorias de elecciones y finalmente nueva votación el 10 de Noviembre. Da la sensación, por ser suaves, de que el CIS justifica y empuja a estos nuevos comicios. La imposibilidad cuasi manifiesta de no llegar a acuerdos con su supuesto socio natural,-Podemos y la cerrazón/obstinación de Pablo Iglesias-, y los supuestos compañeros de viaje independentistas con la sentencia del procés para otoño, son una combinación envenenada y sin embargo posibilista. Parece que estaríamos ante una pantomima utilitarista por parte de Sánchez. O se consigue con ello presionar ad nauseam a Iglesias y los suyos o de cabeza vamos a elecciones en noviembre. No se ve otra salida. Por cierto ¿alguien se ha parado a pensar que los ciudadanos son quienes deben ser los beneficiarios de la gestión gubernamental, o que lo de la nueva convocatoria electoral dejará claro el hartazgo de los votantes?. Parece que estamos una vez más ante el día de la marmota. Mariano Rajoy en su día declino ante el Rey la posibilidad de formar gobierno, Sánchez con otro sortilegio distinto hace lo mismo, lo vistan como lo vistan. Ya casi parecemos Italia con tanta convocatoria electoral.
El CIS del verano. El simpar José Félix Tezanos, lo ha vuelto a hacer. Su documento es la madre de todos los sondeos. Si cocina porque cocina, si no cocina porque no lo hace. En esta ocasión las cuentas son triunfantes para los socialistas. Ningún partido sube y el PSOE llega casi hasta el 40%. Una situación similar ocurrió tras la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, tras el 11M. El sondeo posterior, como ha ocurrido ahora con recuerdo de voto, decía que muchos más españoles habían votado al PSOE y la caída de la derecha era espectacular. Según el nuevo muestreo de Tezanos se sitúa ese 40% de votos si fuera a las urnas el 90% del electorado, una tesis altamente improbable. Tradicionalmente en las encuestas demoscópicas la izquierda siempre sale valorada al alza mientras que el votante de la derecha se acobarda y no reconoce lo que ha votado o lo que votaría en un futuro y si además en este bloque el voto es compartido entre PP, Ciudadanos y Vox la ecuación sale desdibujada. En esta ocasión el CIS está realizado antes de sobrevenir la crisis de la formación de Albert Rivera con la salida de destacados dirigentes. Se constata el desinfle de Podemos y también de Vox. O sea que las cuentas son tan claras que Sánchez está obligado casi a convocar nuevas elecciones. Otra cosa es si Iglesias reflexiona y se baja de sus altas pretensiones.