VALENCIA. Atraer inversión y deshacerse del ladrillo. Esta situación ideal es la que se buscaba hace tres años cuando se aprobó el Gobierno aprobó -dentro de la Ley de Emprendedores- visados para los extracomunitarios por la compra de viviendas, los conocidos como 'golden visa'.

Desde el verano de 2003, España otorga la residencia a quien puede comprar una o varias viviendas de al menos 500.000 euros. Sin embargo, la medida no funcionó como se esperaba y la Comunitat ha rascado más bien poco del pastel.

Según datos del ministerio de Economía, desde el 30 de septiembre de 2013 hasta el 31 de octubre de 2016 las inversiones totales fueron de 1.707 millones - 2.123 visados-, de los que alrededor de un 3,5% fueron a recaer en inmuebles de la Comunitat. 

Por provincias, la más agraciada en Barcelona, donde se han realizado 852 operaciones, un 42,75%. A esta le sigue Málaga, con 334, Madrid, con 291, Alicante, con 142, Gerona, con 85, Valencia, con 71 y a partir de ahí se reparten por el resto de España. 

Las nacionalidades que sobresalen del resto son la china y la rusa, con 666 y 610 visados expedidos respectivamente. A este le sigue Ucrania, Egipto, Venezuela, Arabia Saudí, Estados Unidos y el Líbano.

La autorización de residencia se otorga por dos años renovables cada cinco y las parejas de hecho pueden sumarse a la autorización, que también se extiende a los hijos menos y mayores de 18 años que no tengan recursos económicos propios ni hayan formado otra familia.