VALENCIA (VP). "La figura de los hispabonos en el sentido de mutualización del riesgo no ha estado nunca presente". Así se refería el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, a lo que se había convertido para las CC AA más asfixiadas en una auténtica tabla de salvación para obtener financiación ante el cierre de los mercados financieros y las facturas acumulándose en los departamentos de los administraciones públicas.

A cambio, Montoro anunció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), la puesta en marcha de "un instrumento flexible que siempre condicionará a las comunidades que estén haciendo uso del mismo". Básicamente se trata de un fondo para aliviar los vencimientos de las autonomías, cuya fecha de aprobación no quedó concretada por el ministro.

SIN GRANDES VENCIMIENTOS 

A la vista de la improvisación de la que viene haciendo gala el Gobierno de Mariano Rajoy todo puede suceder. Y más después de que horas antes del anuncio de este nuevo 'fondo auxiliador' el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, afirmara públicamente que los cada vez más famosos hispabonos iban a presentarse en la reunión del CPFF.

A falta de conocer más detalles de dicho fondo, que Montoro avanzó que no será "apriorístamente grande" al no haber "grandes vencimientos" de deuda entre las CC AA, todo apunta a que irá en la línea del esquema europeo al que ha recurrido España al pedir el rescate bancario. De esta forma, las CC AA que echen mano de dicho fondo estarán 'intervenidas' por España, igual que España lo está por la Comisión Europea. Y, pocos dudan de que la Comunitat Valenciana será una de las regiones que deberá aferrarse a esta medida excepcional. 

De este modo, el Ejecutivo autonómico ha sufrido un serio revés a sus aspiraciones de contar con hispabonos, tal y como ha venido pidiendo por activa y por pasiva el propio Alberto Fabra y otros miembros del Consell.

REVÉS PARA EL GOBIERNO LOCAL

Resta por ver ahora el coste que representará acceder a dicho mecanismo para aliviar las dificultades por las que atraviesa la Comunitat Valenciana al no poder salir a financiarse a los mercados.

Máximo Buch y José Manuel Vela, titulares de las consellerías de Economía y Hacienda y que estuvieron ayer en el CPFF, confiaban en poder darle a la 'máquina de papel' y emitir los 4.600 millones de euros (3.100 millones pendientes de años anteriores y 1.500 millones para cubrir el déficit del presente ejercicio), que les hubiera permitido regularizar la situación con los cada vez más desesperados proveedores.

Ahora lo podrán hacer, pero habrá que ver a qué interés y no precisamente en lo que a tipos se refiere, sino respecto a las condiciones que se van a exigir desde Madrid. A diferencia de lo que ocurre ahora con las líneas del ICO, este nuevo mecanismo irá acompañado de luz y taquígrafos y una más que probable pérdida de soberanía autonómica.

"El Gobierno va a meter mucha presión a aquellas CC AA como la valenciana que están con el agua al cuello y todo apunta a que la contrapartida vendrá del lado de la sanidad y la educación", apunta un gestor de fondos de inversión.

IMPOSICIONES DESDE MADRID

"Sinceramente creo que ha sido un jarro de agua fría para los intereses del Gobierno valenciano, puesto que el Gobierno central les va a apretar igual que está haciendo Bruselas con Rajoy. Basta con ver la batería de duras medidas que ha tenido que aplicar para contentar a la Comisión Europea, por lo que imagino que Valencia tendrá que hacer lo mismo", añaden.

Este nuevo instrumento financiero flexible, que contará con la garantía del Estado, sólo se podrá utilizar de manera 'excepcional', según apuntó Montoro, cuyo gabinete calcula las necesidades de financiación por vencimientos de deuda en más de 15.000 millones de euros hasta final de año.

"Resulta cuanto menos curioso que mientras la banca española cuenta con tres tipos de avales públicos, sin contraprestación alguna y de uso discreccional, las CC AA no cuenten con ninguno y encima a aquellas más asfixiadas se les esté apretando", concluye a modo de sentencia el gestor. 

1.400 MILLONES DE VENCIMIENTOS 

De momento la partida más fuerte a la que la Generalitat Valenciana debe hacer frente en deuda se ubica a final de año. El 5 de noviembre le vencen 500 millones de un 'préstamo-renovación' al 6% a seis meses con Banco CAM, que proceden del que suscribrió con Caja Mediterráneo (CAM) en noviembre de 2010 -pero al 4,08%-. Y, por otro lado, el 22 de diciembre le expiran prácticamente 895 millones de euros de 'bonos patrióticos' emitidos en diciembre del pasado año.