El exministro de Educación, José Luis Villar Palasí, fue padre de familia numerosa: millones de españoles, de distintas generaciones, figuran entre sus hijos. En 2012, año de su fallecimiento, nos quedamos huérfanos del padre de la EGB, el BUP y el COU. Estas siglas pertenecen al patrimonio sentimental de aquellos que fuimos niños y adolescentes en las décadas de los setenta y ochenta.
El recuerdo de la EGB ha dado pie al negocio de la nostalgia, con la publicación de libros, documentales y de hasta una gira de conciertos. De todos los que estudiaron con la Ley General de Educación (1970) no creo que haya ninguno que la haya criticado, o la tenga en mal lugar. Somos criaturas orgullosas de una norma que estableció la enseñanza obligatoria entre los seis y los catorce años. También puso en marcha la Formación Profesional.