VALÈNCIA. Da comienzo la 77 edición de la ya internacional fiesta de Buñol, La Tomatina. Hoy miércoles 28 de agosto, la localidad valenciana vuelve a teñirse de rojo entre el mediodía y las 13 horas con el acto estrella de las fiestas de Buñol. Con tal de que todo esté listo para las 22.000 personas que se espera que acudan al evento, el Ayuntamiento custodia desde primera hora los siete camiones que aguardan desfilar con los 120.000 kilos de tomate a sus espaldas. La fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional en 2002, cuenta con algunas novedades que singularizan la presente edición, por si aún no es suficientemente peculiar.

1. Por primer vez, el proveedor del tomate es de la huerta de València

Frutas y Verduras Massanassa, una empresa familiar con más de treinta años de historia, es la encargada de suministrar al principal protagonista de la fiesta: los tomates pera. Por vez primera, esta fruta destinada a ser el arma (blandita) perfecta ha sido cultivada en la huerta de València, concretamente, en l'Horta Sud. Desde abril, los cuatro hermanos que conforman la compañía planifican y cultivan un tomate "no apto para el consumo", según explica el concejal de Tomatina, Sergio Galarza, y que esté lo suficientemente maduro como para no causar ningún daño colateral. En las últimas ediciones, la empresa adjudicataria de la licitación que suele llevarse a cabo para escoger proveedor, era la castellonense Citromed, de La Llosa.