VALENCIA. Uno de los principales damnificados junto al PSOE de la polarización de la campaña ha sido Ciudadanos (C's), un partido el que lidera Albert Rivera que suele acusar especialmente en las comunidades autónomas la tendencia nacional. Así, el argumento del voto útil en dirección al PP que ha esgrimido Mariano Rajoy  en la recta final de campaña puede haber hecho daño a la formación naranja.

En Valencia, se ha puesto toda la carne en el asador trasladando al número uno de la candidatura al carismático Toni Cantó. El actor, especialista en realizar buenas campañas, ha tirado del carro en las últimas semanas, si bien existen dudas razonables de que C's pueda obtener un gran resultado en la Comunitat.

Las encuestas no son demasiado benévolas con Ciudadanos. Pocos sondeos son los que les dan espacio para la mejoría en las diferentes provincias: de hecho, algunos señalan la posibilidad de que pudiera perder su diputado de Castellón e incluso uno en Valencia.

A ello hay que sumar sus complicaciones internas, especialmente en Alicante, donde el diputado provincial y concejal en el ayuntamiento, Fernando Sepulcre, anunció su marcha del partido esta misma semana poniendo en evidencia los problemas orgánicos que sufre este partido en la Comunitat fruto, probablemente, de su rápido crecimiento y de la gestión centralizada con mano de hierro que se realiza desde Barcelona.

Así pues, Ciudadanos, aunque siempre aspira a dar la sorpresa, tiene como objetivo prioritario un resultado en el que no llegue a dejarse por el camino ninguno de los cinco escaños conseguidos el 20D. De lo contrario, surgirían las dudas sobre si el partido naranja puede llegar a consolidarse como una alternativa moderada al PP en la Comunitat Valenciana, algo que habían empezado a conseguir con resultados en las autonómicas y locales como el de Valencia capital, donde consiguieron seis concejales en mayo de 2015.