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Bankia abre la subasta del VCF, por Manuel Illueca

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VALENCIA. Con su comunicado de ayer, difundido mientras se celebraba la junta general de accionistas del club, Bankia ha decidido dar un vuelco definitivo a la situación del Valencia CF. Tras varios meses de negociación con representantes de la Fundación, José Ignacio Goirigolzarri ha entendido que el deudor no es solvente y que, por tanto, no procede la renegociación del préstamo.

Ahórrense el discurso demagógico. A lo largo de estos meses, Bankia se ha cargado de razones para dar por finiquitada la negociación. La Fundación del VCF no podía asumir el reembolso del principal del préstamo, de modo que las únicas soluciones consistían en a) nacionalizar el club vía ejecución del aval otorgado por la Generalitat Valenciana, o b) forzar la venta a un tercero. De momento, Bankia opta por la segunda posibilidad, sin duda alguna menos comprometida en el plano institucional.

En este contexto, el comunicado de ayer debe entenderse como el pistoletazo de salida en la carrera por la presidencia del Valencia CF. Bankia ha abierto la subasta y los aspirantes disponen ahora de unos pocos días para concretar una oferta que colme las expectativas del acreedor. Aunque lo que se dirime es el paquete de control del Valencia CF, SAD (70% de las acciones), las ofertas técnicas deben garantizar la viabilidad económica del club y acreditar la solvencia del proyecto deportivo.

Bankia no puede entregar el control a un inversor que ponga en riesgo la devolución del préstamo que todavía habita en el balance del deudor (en torno a 200 millones de euros con garantía hipotecaria). Y la Generalitat Valenciana no puede asumir la venta a un grupo inversor que añada más inestabilidad deportiva y social a la ya existente. En definitiva, no se trata únicamente de una cuestión de precio, sino -y fundamentalmente- de confianza en las personas que encabezarán el nuevo proyecto.

En este sentido, Amadeo Salvo no parece especialmente bien posicionado. En el mundo de los negocios nada es gratuito y, aunque fuentes de Bankia aseguran que la publicación del comunicado mientras se celebraba la junta de accionistas fue meramente circunstancial, las formas elegidas por el acreedor apuntan hacia una pérdida de confianza en el actual presidente del Valencia CF.

La reacción de Salvo tras conocer la noticia tampoco deja lugar a la duda. En estos momentos, las relaciones entre las partes no invitan a pensar que se haya alcanzado ya un acuerdo de venta. Habrá que esperar todavía un poco más.

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