VALENCIA. Parece como si no hubiera nadie en el puente de mando de esta nave un tanto achacosa que se interese y se pelee por los intereses económicos valencianos en la capital del Estado. Mientras los representantes políticos de la Comunitat, los del Gobierno y ‘los otros', han puesto el cartel de "vuelva usted después de las elecciones", la economía regional continúa a la deriva.

De acuerdo, en la Comunitat no hay grandes empresarios hoteleros como en Cataluña o en Baleares, pero sí una industria turística igual o más poderosa. ¿No son capaces las organizaciones empresariales de concretar esa potencia empresarial turística en algo más que en presionar acerca de los chiringuitos de las playas? ¿No es el patrono de los empresarios valencianos, Rafael Ferrando, vicepresidente de la CEOE? ¿Y Benidorm?

A la pérdida de los centros de control de las dos grandes cajas de ahorro valencianas producida antes del verano ante la práctica indiferencia de los dos partidos políticos mayoritarios, la situación no da visos de mejora. No hay reacción. Los empresarios y sus dirigentes, que al fin y al cabo son los primeros interesados en un cambio de rumbo de la dirección económica, tampoco parecen atreverse a levantar la palabra y exigir cambios. De los lobbys locales, nuevos y viejos, empresariales y políticos, tampoco hay noticias.

En fin, seguiremos distraídos con los alegres e inspirados comentarios de los miembros del Consell, con las no menos ingeniosas respuestas de la oposición, enredada con sus candidatos, y con el silencio amedrentado de los dirigentes empresariales. Total, ‘apenas' hay medio millón de parados en la Comunitat. ¿Qué es eso comparado con la inmensidad del océano? Además, todos tranquilos, que la alcaldesa ha suspendido las dietas de los concejales (se acabó la miseria...).