La industria de los semiconductores y la microelectrónica destaca por ser fundamental para el crecimiento económico global, la innovación y la revolución digital. Estos componentes esenciales están presentes en dispositivos electrónicos cotidianos y tecnologías emergentes, permitiendo que sean más rápidos y eficientes e impactando en múltiples sectores clave como la automoción, las telecomunicaciones, la IA o las energías renovables.

La reciente escasez global de semiconductores ha resaltado su importancia estratégica. Se trata de una industria fundamental para garantizar la autonomía tecnológica, para la competitividad de nuestras empresas, el fortalecimiento del ecosistema innovador, la atracción de inversiones y la generación de empleo de alta cualificación.   

En este contexto, Valencia se ha consolidado como el epicentro del talento en semiconductores en España. Nuestra ciudad concentra aproximadamente el 50% del talento nacional en este sector estratégico, alcanzando hasta un 60% en el ámbito de los microchips fotónicos. Este liderazgo es fruto del esfuerzo conjunto de nuestras universidades, empresas y de las administraciones locales.

Sin embargo, a pesar de este posicionamiento destacado, Valencia ha sido sistemáticamente ignorada en la distribución de las grandes inversiones del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores del Gobierno de España. 

Este instrumento, dotado con 12.250 millones de euros hasta 2027 financiados en su mayoría por los fondos europeos del programa Next Generation EU, inexplicablemente tiene más del 90% de los fondos sin adjudicar por parte del ejecutivo de Pedro Sánchez. Falta de visión, falta de gestión, incapacidad, desidia, vagancia; difícil encontrar una explicación.

De lo poco adjudicado, ciudades como Barcelona, Vigo o Málaga han concentrado las inversiones, mientras que Valencia sigue esperando el reconocimiento que merece por parte de un gobierno nada preocupado por lo que verdaderamente importa. 

No nos resignamos. El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia, liderado por María José Catalá, ha tomado la iniciativa para revertir esta situación apoyando a este sector estratégico en coordinación con la Generalitat. Fruto de este trabajo conjunto con la industria, y con el objetivo de visibilizar nuestro posicionamiento, Valencia ha acogido en los últimos meses dos de los congresos más importantes del sector a nivel internacional: el Valencia Silicon Forum y Chipnation.

En esta línea, se ha firmado un convenio con la asociación Valencia Silicon Clúster para su impulso, se ha creado el I Premio VLC Chip City y se ha incluido esta industria dentro de la estrategia Valencia Innovation Capital, como una clara apuesta por el futuro. 

Además, el sector industrial valenciano ha demostrado una presencia proactiva en las primeras fases del proceso de lanzamiento de la European Chips Act 2.0, que dictará el nuevo marco legal y financiero para los microchips en Europa. Este proceso se inició en València y continúa liderándose desde aquí, evidenciando nuestro compromiso y capacidad para estar a la vanguardia de la innovación tecnológica.

Valencia tiene todas las condiciones para liderar esta industria clave y, por ello, exigimos a Pedro Sánchez que de una vez por todas actúe con decisión y destine a nuestra ciudad las inversiones que le corresponden. 

El apoyo a proyectos como la creación del Campus Internacional de Semiconductores en Valencia, una iniciativa respaldada por nuestras universidades y el tejido empresarial, es fundamental para consolidar nuestro liderazgo y atraer nuevas inversiones: se estima que podría generar miles de empleos cualificados, fortalecer el ecosistema industrial valenciano y situar a nuestra ciudad en el mapa global de la alta tecnología.

El tiempo apremia. Con el mecanismo Next Generation en su fase final, es imperativo que el Gobierno de España responda a nuestras reiteradas peticiones y planifique una inversión de gran escala en este ámbito. Valencia ha demostrado con creces su potencial, su visión y su compromiso; ahora es responsabilidad del Estado reconocerlo y actuar en consecuencia.

Porque mientras Sánchez continúa centrado en atender los equilibrios políticos internos, en una gestión política basada en la improvisación y en la búsqueda desesperada de mantenerse en el poder, los proyectos estratégicos de país pasan de largo y los aprovechan otros.

Nosotros sí lo tenemos claro. Desde el Ayuntamiento seguiremos trabajando con el sector y defendiendo que el futuro de la industria de los semiconductores en España pasa sí o sí por Valencia.