En Valencia no hay turismofobia. Valencia es una ciudad amable, hospitalaria y orgullosa de su convivencia. Algunos han intentado aprovechar el vídeo de la pasada semana, en el que se produce un altercado entre un colectivo que se estaba manifestando y un grupo de turistas, para hacer creer lo contrario. Pero esas imágenes no representan el día a día de nuestra ciudad: en Valencia hay civismo, respeto y mucho trabajo para que nuestros barrios vivan en equilibrio y la economía funcione.

Somos una gran ciudad que alberga un destino, no al revés. Nuestra estrategia pone al residente en el centro y la sostenibilidad por delante: diversificamos mercados, desestacionalizamos, desconcentramos distribuyendo flujos y apostamos por segmentos de alto valor —cultura, gastronomía, deporte y MICE—. Así se construye una marca que suma en todos los barrios y no solo en los del centro.

Los datos nos dicen que todavía estamos lejos de cifras que reflejen masificación. Valencia es uno de los grandes destinos urbanos de España con menor ratio de visitantes por habitante, por debajo de Madrid, Málaga, Barcelona o Sevilla. Si nos comparamos con otros destinos urbanos europeos de similar tamaño, como Ámsterdam, en 2024 se recibieron en Valencia 2,4 millones de visitantes frente a los 9,4 millones de turistas de la capital de los Países Bajos. 

Con todo, es necesario poner en marcha políticas públicas eficaces y regulación para que el turismo suponga un valor añadido para Valencia, evitando posibles externalidades negativas. El inmovilismo al que nos tenía acostumbrados la izquierda nunca es una opción. Por eso hemos puesto en marcha el primer Plan Estratégico de Turismo Sostenible de nuestra ciudad, con 50 medidas a implementar en el periodo 2025-2028. 

El impacto de la creciente oferta de viviendas turísticas en el acceso al alquiler residencial es uno de los temas en este ámbito que preocupan a los vecinos. Por eso, después de 8 años de Compromís y PSOE de barra libre y descontrol sobre la oferta ilegal, hemos puesto en marcha una nueva regulación que verá la luz en los próximos meses y que pone en el centro la apuesta de nuestra Alcaldesa, María José Catalá, por la vivienda residencial y la protección del comercio tradicional. 

No se trata de prohibir: trabajamos para poner orden y control porque eso significa proteger a quienes cumplen, dar seguridad jurídica y garantizar la identidad de nuestros barrios. Nuestra finalidad es conseguir el equilibrio, preservando la calidad de vida y comercio de proximidad, sin renunciar a una actividad económica fundamental que crea empleo y prosperidad en Valencia. 

Con este trabajo diario de la mano del sector y vecinos, no queremos que se hable de la Valencia del video viral de Ciutat Vella porque no nos representa ni es nuestra realidad. Valencia merece que se hable de ella como ciudad de oportunidades, como la Valencia kilómetro cero de la Despensa del Mediterráneo, la ciudad de la música,  la Valencia ciudad del Santo Cáliz o la cuna del deporte con eventos como la media maratón que vivimos ayer en nuestras calles. 

Esta era, además, una semana única para hablar de la Valencia innovadora, con el éxito rotundo del Valencia Digital Summit (VDS) que nos ha convertido en el epicentro mundial de la innovación y el emprendimiento tecnológico: concentración de más de 12.000 líderes globales de 120 países, 3.000 startups, 1.500 corporaciones y 800 inversores con activos bajo gestión que superan los 300.000 millones de euros. 

Hemos tenido también la oportunidad de hablar de la Valencia líder que apuesta por nuestros jóvenes, con la celebración estos días en el Cap i Casal del encuentro anual de Sigma Squared, una red mundial de jóvenes talentos menores de 26 años con más de 400 jóvenes emprendedores de impacto y líderes emergentes de todo el mundo. 

Por tanto, a quienes desean instalar el pesimismo o el enfrentamiento les decimos: aquí no lo vais a conseguir. Valencia es acogedora, abierta, innovadora y ambiciosa. No cerramos las puertas a nadie que pueda aportar cosas positivas. Apoyamos el turismo e impulsamos la innovación porque son palancas que multiplican oportunidades.

Esa es la Valencia que defendemos: la que cuida a sus vecinos, que recibe con abrazo al visitante y que mira al futuro con ambición. Turismo con cabeza e innovación con corazón. El rumbo es claro: Valencia quiere liderar el futuro sumando talento sin restar identidad.