VALÈNCIA. A las personas se las conoce cuando más falta te hacen. A los políticos se les reconoce cuando más los necesitas. Y se les admira cuando se entregan y dan pasos al frente significando su solidaridad sin tregua. Si además lo hacen con la humildad del que antepone ayudar a la ostentación, es que la persona y el político merecen la pena. Así es y así se ha comportado en el peor momento de nuestra historia, Carlos Fernández Bielsa. 

Estos días escucho y leo muchas lecciones de municipalismo, comarcalismo, alineamientos, cuidar agrupaciones y militancias. Pues sí, principios y valores que precisamente el actual secretario general del PSPV en la provincia de Valencia ha puesto en práctica los años que lleva al frente de esta responsabilidad. 

En el momento más duro, estuvo conmigo. Me consta que estuvo con todos y todas los alcaldes y alcaldesas que pasamos por un verdadero infierno por culpa de una Dana. Una desgracia sin precedentes que, gestionada desde la Generalitat con más dignidad y eficacia, habría causado mucho menos dolor y sufrimiento humano.

Cuando me hablan de un partido ganador para desalojar a esta derecha insufrible que nos desgobierna me vienen a la cabeza muchos ejemplos de alcaldes y alcaldesas que lo han logrado en sus municipios. Sería complicado e injusto seleccionar a alguno o alguna por encima de los demás porque los valoro a todos y a todas. 

Pero Carlos, llegados aquí y en la tesitura de una convocatoria de primarias para decidir si merece seguir o no, yo lo tengo meridianamente claro.

La Dana nos ha enseñado muchas cosas. La Dana lo ha cambiado todo. Mi municipio, como tantos otros, no volverá a ser el mismo. Aunque logremos finalmente enderezar las cosas, recuperar, normalizar y, atención, mejorar de cara al futuro, jamás olvidaremos el drama ni olvidaremos a quienes estuvieron a la altura. La huella que nos quedará en la memoria será imborrable. Sabremos valorar la empatía, la cooperación, el altruismo y la entrega de las personas que no lo dudaron. 

Carlos Fernández Bielsa nos ha demostrado, sin focos ni cámaras que forzaran su imagen, quién es como persona y cómo entiende la política y el servicio público. Efectivamente, vamos a afrontar unas elecciones primarias en esta provincia. Nuestras reglas del juego lo permiten y nos sentimos profundamente orgullosos y orgullosas de pertenecer a una organización que así entiende su democracia interna. 

Con todo y dadas las circunstancias, mucha gente se ha preguntado si era necesario en el peor momento de nuestra historia reciente como pueblos. Si lo más conveniente era someternos a las tensiones que inevitablemente acompañan a estos procesos orgánicos. Si correspondía hacerlo justo en la provincia que está en el punto de mira de toda España por su dolor y por la necesidad de dedicar en cuerpo y alma todas las energías disponibles a la reconstrucción de los pueblos afectados. 

Pero no importa. Aquí estamos y así somos. Desconozco el resultado porque esa es la grandeza de unas primarias. La gente solo debe rendir cuentas ante su conciencia y su verdadera voluntad. Sin intermediarios ni presiones de ningún tipo. Somos una militancia madura y libre. Pero tengo un pálpito de victoria de Carlos Fernández Bielsa por justicia. 

Lo siento y lo deseo así porque todo lo que ahora proponen unos y otros, él lo practica. Mislata, esa ciudad pegada a Valencia (ay Valencia y lo que podría ser) en la que sus mayorías absolutas constituyen un ejemplo para toda la Comunidad y España. La Mislata de Carlos Fernández Bielsa fue el epicentro de la solidaridad metropolitana. Sus instalaciones, movilización social, recursos, medios y voluntad inequívoca, generosa y puntual de ayuda, fueron un ejemplo que nadie ha reconocido adecuadamente todavía. 

Gracias por todo y por tanto, Carlos.

Porque él lo tuvo claro desde el minuto uno con total entrega y dedicación. Por eso es más que un alcalde y más que un secretario general de esta provincia. Es un líder político y un ser humano que merece ser tratado como tal. Aunque no entienda porqué algunos piensan que debe ser borrado y sustituido, los respetaré. Eso faltaba. Pero, por justicia, capacidad, coherencia y lealtad con los pueblos de Valencia, no se entendería que lo perdiéramos al frente de nuestra organización provincial. 

Por eso le avalé y le votaré. Porque estuvo.

Porque cooperó sin desmayo ni postureo. Porque cumplió y porque nunca nos ha engañado ni abandonado.

Este es un gran partido con 146 años de lucha y compromiso. Un partido que lo han construido de generación a generación, mujeres y hombres con un elevado sentido de la responsabilidad y del servicio público como un deber hacia los demás. Por todo ello, apoyaré a Carlos en este proceso. 

Si siempre lo tuve claro, lo vivido y lo sufrido en la Dana refuerza mi compromiso con su candidatura y su victoria. Será una victoria justa de toda la militancia.

Eva Sanz es alcaldesa de Benetússer y diputada provincial