Esto, naturalmente no es un juego ni una chanza. Estamos ante una situación francamente incomoda, pero gracias a Dios por ahora no conocemos que haya habido victimas indirectas. Aunque esto lo escribo el lunes a las 19 horas de la tarde sin luz que me llegó a las 3 de la mañana.

Sin embargo, la situación que nos hará tirar comida de las neveras y nos creara más de un inconveniente liviano es un buen momento para pensar en aquello que en otras ocasiones he dicho: ¿por tener un gobierno tan nutrido y caro y por tener tantísimos políticos podremos evitar emergencias?

Por suerte no habrá reproches en esta ocasión sobre quien tiene las competencias y la consiguiente responsabilidad. Simplemente ha ocurrido y no voy a culpar a nadie. Pero sí voy a recordar lo consabido: los incendios se evitan en invierno limpiando lo que los poderes públicos no disponen que se limpie. Las riadas se evitan recogiendo el agua y previendo las medidas adecuadas para ello (no volveré a mencionar el necesitado Plan Hidrológico Nacional)… Siempre me ha llamado la atención, aun siendo una ignorante en estas cuestiones, que no se quiera repartir el agua del Ebro y que muy a menudo los contribuyentes tengamos que pagar las huertas o cultivos aragoneses cuando se inundan.

También desde mi ignorancia escucho a menudo la intención del Gobierno de seguir cerrando centrales nucleares… ¿qué decir…? Nada. Si quiera lo de “doctores tiene la iglesia” nos sirve; porque aquí doctores hay pocos o ninguno serio. 

Dicen que cada país tiene lo que se merece. No creo que los españoles nos merezcamos esto. Somos los más solidarios y acogedores, dispuestos siempre a colaborar y ayudar en las emergencias lejanas. 

No digo que tengamos malos políticos, solo que los tenemos de “aquí y ahora”, como todos los que cobramos un salario ¿por qué y para qué pensar más allá de las encuestas electorales? Lo que venga vendrá, pero planificar y gobernar es mucho trabajo. Y lo que necesitamos es solo eso: prevenir, planificar el futuro, aunque sea a medio plazo y sea quien sea el que gane en las elecciones. 

Y para ello hay que dejar de lado los ataques de los partidos como si de enemigos (a lo Carl Schmitt) se tratara. Ya que cobran de la ciudadanía, miren Vdes. más por ella. No se agobien tanto por perder sus puestos y por no poder colocar a amigos y familiares que trabajo en España no falta: hay montes que limpiar, ríos que también requieren de atención, pantanos por hacer y presas por controlar y reforzar… Tranquilos, hay trabajo para todos, solo faltan las ganas.

Todos los que tengan un seguro habrán pasado por la experiencia de llamarlo y que el mismo conteste que no entra su reparación porque no ha tenido el suficiente cuidado de mantenimiento. Y me pregunto si ello no cuenta para el mantenimiento de las grandes estructuras… Parece que no. Es más divertido dedicarse a  incordiar al contrario, a buscar motivos para el “y tú más”. O sea, para seguir bambando, mientras se cobran salarios nada magros por todos lados sin que la ciudadanía sepamos bien para que sirven.

Mucho ánimo, sufrido contribuyente, que visto lo visto, a saber donde llegamos. Tal vez pronto nos regalen unas ollas “expres” con las que Fidel Castro programó el ahorro energético.