VALÈNCIA. Se han cumplido seis meses. Seis meses desde que la DANA del 29 de octubre de 2024 devastara nuestra provincia de Valencia dejando 228 víctimas mortales y a más de 300.000 personas afectadas. Han pasado seis meses y el Consell de Mazón nos sigue negando la verdad.

A pesar del tiempo transcurrido las heridas siguen abiertas porque seguimos sin saber qué ocurrió aquel fatídico día. Seguimos sin tener verdad sobre por qué el gobierno responsable de la emergencia en la Comunitat Valenciana, el gobierno que presuntamente preside Carlos Mazón, no actuó de forma diligente y nos avisó para poner a salvo la vida.

Desde el inicio de la tragedia, los valencianos y las valencianas sufrimos la opacidad a la que nos está sometiendo el Consell de Mazón. No han ofrecido explicaciones claras sobre la falta de alerta a la población ni sobre la ausencia de medidas preventivas que podrían haber evitado la mayoría de las muertes. La jueza de Catarroja ha señalado la “evidente pasividad” de la administración autonómica, destacando que, a pesar de la alertas y comunicaciones, el Consell no tomó decisiones efectivas para proteger a la población, retrasando el aviso de emergencias hasta horas después de iniciadas las consecuencias mortales. En resumen, cuando se emitió la alarma, la mayoría de las víctimas habían fallecido.

Y lo pudo ver toda España en los testimonios desgarradores de los familiares de las víctimas el pasado domingo. La Sexta emitió el documental “Historia de la DANA” donde se reconstruyó minuto a minuto lo sucedido el día de la catástrofe. A través de vídeos, aulas y testimonios de las personas afectadas se evidenció la falta de respuesta por parte del Consell y como la población quedó desprotegida ante la magnitud del desastre. Cuánta impotencia, cuánta rabia y cuánto dolor pudimos compartir. 

Una de las cuestiones que no deberían sorprender, pero lo hace, es el papel esencial que ha asumido el Juzgado de Instrucción de Catarroja, con una jueza a la cabeza que está demostrando no solo el rigor que requiere una situación de tal calibre, sino una empatía hacia las víctimas que sorprende a todas las personas que pasan por su investigación. Ha tomado declaración a más de 250 testigos y ha imputado a dos altos cargos del gobierno valenciano. A la exconsellera de Interior Salomé Pradas y el exsecretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso. Su labor ha sido reconocida por las víctimas que la ven como una garante de la justicia. En los tiempos que corren, eso es una muy buena noticia. 

El lunes, escribía este artículo a unas pocas horas de la celebración de la séptima manifestación bajo el lema “Mazón dimisión”, convocada por movimientos sociales y asociaciones de personas afectadas. Una más donde la ciudadanía valenciana recorrería las calles del centro de Valencia para protestar por el malestar y para exigir las responsabilidades políticas al Consell de Carlos Mazón por la nefasta gestión de la DANA. Donde no solo se pretendía interpelar al Consell de Mazón, y al Partido Popular de Feijóo que ya ha demostrado ser impasible al dolor del pueblo valenciano. Esta manifestación se dirigía también al Partido Popular europeo, a su lideresa Úrsula Von del Leyen, para que ponga fin a esta anomalía democrática, una situación excepcional que permite que el máximo responsable de la peor gestión de la mayor tragedia sufrida por los valencianos siga ocupando el cargo que el pueblo ya no le reconoce.  

La manifestación fue cancelada por la caída del suministro eléctrico. Pero la sociedad valenciana no se rinde. Se concentrarán la tarde del martes en la misma puerta del congreso del PP europeo para reclamarles alto y claro que queremos al Consell de Mazón fuera de las instituciones valencianas.

Un Consell incapaz de gestionar una DANA, un Consell incapaz de gestionar una caída eléctrica, derivando toda la responsabilidad al Gobierno central, en el marco obsceno de una estrategia del PP nacional para desentenderse de un problema nacional, en vez de arrimar el hombro pensando en dar respuesta a la ciudadanía. Un PP que le viene grande dar respuesta ante este suceso pero que se mantiene entre la party pepera europea en Valencia y un invento de viaje a Nueva York, que parece ser mucho más importante que devolver la normalidad a sus conciudadanos.

Y es que seis meses después de la tragedia, las víctimas y la sociedad valenciana siguen esperando respuestas y justicia. La falta de asunción de responsabilidades por parte del Consell de Mazón y su falta de apuesta por una auténtica reconstrucción está generando una profunda desconfianza en el autogobierno, como por desgracia sucede siempre que el PP ocupa las instituciones valencianas. 

Es imprescindible que se esclarezcan los hechos y se depuren responsabilidades para que una catástrofe de esta magnitud no vuelva a repetirse. Las instituciones valencianas no pueden estar dirigidas por tanta incompetencia mantenida como la que viene demostrando el PP valenciano en cada crisis que se nos presenta.

Recordando a La Dulce, Dostoievski nos mostraba que ignorar la verdad lleva siempre a la ruina moral. Seis meses después de la DANA la falta de respuestas y la ausencia de responsabilidades perpetúan el insulto a la memoria de las víctimas y la sociedad valenciana que no se lo merece y no va a permitirlo. Seis meses después en la Comunitat Valenciana seguimos atrapados en un duelo que solo podrá cerrarse cuando la verdad se conozca y no se permita que el olvido ampare a los responsables.

Porque cada paso en busca de justicia recuerda que conocer la verdad es el primer acto de dignidad para honrar a las víctimas.