Volver a casa por Navidad es un lujo, pero no tener que irse es un sueño para muchos. Los que hemos vivido experiencias profesionales internacionales, a pesar de disfrutarlas, no podíamos evitar sentir nostalgia. 

Siempre que hablamos con algún valenciano que vive fuera de nuestra ciudad, nos transmite esa mezcla de añoranza, orgullo y pertenencia que no desaparece, aunque pasen los años o se sumen miles de kilómetros de distancia.

Esa emoción es la que sentimos muchos esta semana con intensidad en el acto del aniversario de Invest in Valencia. Los valencianos en el exterior que sumamos como nuevos embajadores de nuestra ciudad, con los que trabajamos para traer inversiones y nuevas oportunidades para Valencia, nos recordaron por qué estamos trabajando tan duro: para que el talento vuelva, para que el talento se quede y para que Valencia se consolide como un lugar de oportunidades reales.

Una de nuestras embajadoras, residente en Alemania, relataba cómo cada marzo pone la retransmisión de una mascletà a sus compañeros para que descubran lo que significa vivir las Fallas, aunque sea en la distancia. Entre risas, rememoraba como les lleva horchata al despacho cuando vuelve de Valencia. Son los pequeños rituales que te permiten mantener el vínculo cuando la vida te ha llevado lejos.

Otra embajadora, que lleva una década fuera de Valencia y ahora vive en Washington, compartió un deseo que, como madre de cuatro niños, comparto y tengo muy presente: “Espero que mi hermana, que estudia Ingeniería en el Universidad Politécnica, no tenga que irse de Valencia buscando oportunidades. Que, si se va, sea por decisión propia, o para vivir una experiencia, pero no por falta de opciones.” Esa frase resume mejor que ninguna nuestro gran reto: que nadie tenga que elegir entre su futuro y su hogar.

Por eso resulta tan significativo que, según el WorldWide Observatory for Attractive Cities 2024, Valencia haya escalado en los últimos dos años desde el puesto 56 hasta el puesto 21 del mundo entre las ciudades que más talento atraen, por encima de muchas capitales europeas.

Este reconocimiento es fruto de las características únicas de Valencia: clima privilegiado, oferta cultural y gastronómica de primer nivel, seguridad, una calidad de vida que se ha convertido en marca de identidad, así como un ecosistema innovador que no para de crecer, invertir y desarrollar nuevas oportunidades cada día. 

A todo ello se suma un trabajo serio, riguroso y continuo que impulsamos desde el Ayuntamiento, en colaboración con la iniciativa privada, para consolidarnos como un destino de referencia para el desarrollo empresarial y el dinamismo económico: competitividad fiscal, seguridad jurídica, burocracia simplificada, seguridad, acompañamiento al emprendedor, apoyo a la innovación y confianza. 

Porque Valencia no es solo la mejor ciudad del mundo para vivir como señalan diferentes rankings internacionales. Es una de las mejores ciudades del mundo para innovar, invertir y emprender.

En apenas dos años y medio hemos dado un salto extraordinario. Y los datos lo demuestran: Invest in Valencia ha acompañado la llegada de 57 nuevas empresas tecnológicas, ha facilitado la creación de más de 2.800 empleos y ha contribuido a atraer 310 millones de euros de inversión, cuadruplicando las cifras desde 2022.

Este 2025 hemos batido un récord histórico: 152 millones de inversión en un solo año, con la atracción de 25 nuevas empresas internacionales y la creación de más de 920 empleos. Cada empresa que llega es una oportunidad para que un joven investigador, un ingeniero, un diseñador o un tecnólogo puedan quedarse aquí sin renunciar a nada.

En esta misma línea, también la captación de inversión por parte de nuestras empresas valencianas innovadoras está viviendo un momento dorado, con un salto sin precedentes:  las startups valencianas superaron los 200 millones de euros en inversión durante 2025, un hito que consolida a Valencia como un polo tecnológico clave en España. Estos datos son la consecuencia directa de una estrategia clara, una administración que facilita y un ecosistema que funciona. 

Valencia tiene universidades extraordinarias y un talento joven brillante. Ese es nuestro mayor activo y, a la vez, nuestra mayor responsabilidad. Si queremos transformar nuestra economía y mejorar la vida de todos, debemos garantizar que ese talento pueda quedarse, crecer y prosperar aquí. 

Porque lo que estamos construyendo va mucho más allá de atraer inversión: estamos recuperando a quienes un día tuvieron que marcharse. Estamos haciendo que volver sea una opción real.

Por eso quiero lanzar un mensaje de esperanza: vuelve a Valencia, no solo en Navidad, sino para quedarte. Vuelve porque aquí te espera una ciudad que está creciendo, que está avanzando, que brilla de nuevo y que sueña en grande. Una Valencia que te quiere de vuelta, porque tu talento nos ayudará a construir nuevas oportunidades para las futuras generaciones valencianas.