VALÈNCIA. En el año 2024, de las 75.054 startups tecnológicas que se registraban en España, 6.500 estaban enmarcadas dentro de la industria ciber, conforme a los datos barajados por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). Algunas de estas startups han sido impulsadas por la iniciativa de CiberEmprende con la que el instituto persigue captar y atraer talento innovador en esta área. Alineada a estos planes, se halla la estrategia del programa estatal Avance Digital desde donde se proponen “reforzar la capacidad española en ciberseguridad, consolidando su posición como uno de los polos europeos de capacidad empresarial”. La meta establecida para el cierre de 2025 es haber alcanzado 20.000 nuevos especialistas en ciberseguridad, IA y datos.

Más allá del ámbito de lo público, los ciberataques se han convertido también en uno de los grandes desafíos estratégicos para las empresas españolas. Así lo revelaba el ‘Estudio de Ciberseguridad en las Empresas Españolas 2024’, elaborado por Zerod, en el que se advertía de un aumento significativo de las amenazas digitales. Según las conclusiones de la investigación, el 84% de las compañías sufrió al menos un intento de ciberataque durante ese año. Otro análisis, este de Zscaler, asegura que España se ha convertido en uno de los países europeos con mayor incremento en estos delitos, situándonos en el top 15 mundial de los más afectados.

 “Que España tiene talento y que está desarrollando tecnología muy buena en materia de ciberseguridad, seguro. Lo que no comparto es que tengamos más ni menos ataques que otros países con las mismas infraestructuras que nosotros. Claro, si nos comparamos con el Congo, sí, pero no creo que seamos especialmente vulnerables, aunque muchas empresas, consultoras y titulares de prensa insistan en ello”, declara Pedro Castillo fundador de Devo y de Onum Technology.  

Unicornio nacional

Con las dos compañías ha conseguido Castillo protagonizar un exit. Denominada inicialmente Logtrust, Devo se convirtió en el primer unicornio español de ciberseguridad con una solución de análisis de datos a tiempo real y seguridad en la nube con la que consiguió cerrar distintas rondas de inversión. En 2017, dieron entrada al fondo estadounidense Insigth Venture Partner, que se hizo con el 56% de las acciones de la compañía. A partir de ese momento Castillo dejó de ser CEO de Devo aunque siguió vinculado a ella hasta 2022, cuando ya compartían la propiedad los inversores y él se había propuesto liderar un nuevo proyecto.

En cuanto a Onum, a finales del pasado mes de agosto, con menos de tres años de trayectoria, cerraba su venta en 250 millones de dólares a la estadounidense CrowdStrike, a juicio del CEO “la mejor empresa de ciberseguridad del mundo”. Aquí tiene Castillo intención de permanecer unos años al objeto de “expandir, en la medida de lo posible, la tecnología que hemos desarrollado para ayudar a las empresas a sacar valor de sus datos”.

El beneficio, para otros

Cuenta Pedro Castillo que, antes de cerrar el exit de Onum, ya habían trasladado la sede social de la compañía de Madrid a EE.UU por la única razón de conseguir levantar rondas de inversión acordes a su crecimiento.

Asegura que le hubiese gustado mantener la nacionalidad española de la empresa, “pero en un ecosistema como el nuestro, eso es imposible. Aún aceptando que el ecosistema ha crecido y madurado muchísimo, aquí no se genera esa masa crítica para que grandes empresas compren empresas, así que al final te acaban comprando fuera”. Verdad que CrowdStrike se fundó en 2011 y hoy está valorada en más de 120 billones de dólares después de sucesivas adquisiciones de otras compañías.

Tecnología de ciberengaño

Otra de las empresas nacionales de ciberseguridad que triunfa en el mundo es CounterCraft. Esta  compañía vizcaína que se dedica a “desplegar trampas dentro y fuera de las redes para detectar adversarios. Con esas trampas interceptamos a los atacantes para, primero, constatar que están ahí y, segundo, intentar sacar la máxima información posible de ellos”, es el resumen que hace David Barroso, CEO y cofundador de CounterCraft junto con Fernando Braquehais y Daniel Brett.

Constituida en 2015, CounterCraft empezó dirigiendo su tecnología a grandes corporaciones dentro de sectores como el asegurador o la banca. Sin embargo, en la actualidad el 70% de su facturación procede de la industria de defensa con clientes como el Pentágono. Con más de 50 empleados en el equipo esparcido por diferentes países del mundo, el 80% de la facturación de esta startup le llega del exterior de nuestras fronteras.

El reto de la IA 

CounterCraft fue seleccionada por Google para participar en un programa que persigue avanzar en soluciones innovadoras de ciberseguridad basadas en la inteligencia artificial. De un total de 16 seleccionadas, junto a la de San Sebastián, estaban también las catalanas Qalea y Steryon.

Sostiene Pedro Castillo que la IA, lo que hace con los temas de ciberseguridad es “empatar muchas cosas. Aquellos que quieran hacer daño disponen ahora de herramientas baratísimas para hacer cosas que antes no podían ni soñar”. Así las cosas, toca desarrollar nuevas herramientas que, más allá de proteger a las corporaciones, aterricen las soluciones al mercado del público general, que es donde más está calando el uso de la IA generativa.