VALÈNCIA. En un contexto global donde la sostenibilidad alimentaria y la reducción del desperdicio son desafíos urgentes, la startup tecnológica KeepCool ha irrumpido con la propuesta de alargar la vida útil de frutas, verduras, carnes, pescados e incluso flores, mediante un sistema propio de purificación del aire, accesible y de bajo coste. Una tecnología que preserva alimentos e impulsa la competitividad de los exportadores en mercados internacionales.

“Nuestro objetivo es claro: proteger los alimentos desde el origen hasta el consumidor final, eliminando patógenos y compuestos que aceleran su degradación, con la máxima garantía de seguridad alimentaria”, señala Alberto Manuel López, CEO de la compañía murciana, acelerada en Lanzadera. Detrás de esta propuesta tecnológica se encuentra una década de investigación, pruebas y validaciones científicas. Aunque la empresa opera oficialmente desde hace pocos años, sus raíces se remontan a 2015, cuando Juan José Caravaca, ingeniero agrónomo y cofundador de KeepCool, comenzó a investigar los efectos del etileno en frutas y verduras durante su trabajo de fin de carrera. "Él fue el ideólogo inicial, el que puso en marcha todo esto. Durante los primeros diez años se ha estado haciendo ciencia, probando con empresas, sacando certificados... porque estamos hablando de alimento, y eso exige los más altos estándares de seguridad", explica López.

Un desarrollo propio apoyado en la universidad

La compañía dedica grandes esfuerzos a investigación y se apoyan en universidades como la de Murcia, donde cuentan con una cátedra. "Nosotros desarrollamos la idea, la maduramos, y cuando está suficientemente trabajada buscamos su validación científica. En el pasado lo hicimos con la Universidad de Murcia, ahora trabajamos con el Centro Nacional Tecnológico de los Alimentos (CNTA) y seguimos realizando pilotos en empresas”, explica.

Actualmente, KeepCool comercializa dos tipos de productos: soluciones para el transporte y equipos para cámaras frigoríficas. Los sobres de transporte contienen una "fórmula mágica patentada" que limpia el aire de patógenos, virus, esporas y sustancias que aceleran la maduración de los alimentos, como el etileno en frutas y verduras, o las aminas biogénicas en carnes y pescados. “Se colocan colgando de los palés o en las entradas de los coolers. El aire pasa a través de ellos y se purifica". En cámaras frigoríficas, el sistema es aún más avanzado. “Son equipos que se enchufan y convierten la cámara, en dos días, en algo tan estéril como un quirófano. Eliminamos más del 97% de los patógenos del aire”, señala López.

El origen del proyecto empresarial llegó tras un problema con Rusia en el que muchas empresas tuvieron que desviar sus rutas, haciendo que el transporte de alimentos se alargara. "Ahí mi socio identificó una necesidad crítica que nadie estaba resolviendo adecuadamente”, apunta. A día de hoy, el mercado más fuerte para KeepCool está en Latinoamérica, especialmente en países como Perú, donde sus sobres se utilizan en la exportación de mangos, aguacates y cítricos. “Es un mercado natural porque son grandes exportadores, y nuestro producto garantiza que el producto llegue en mejores condiciones”, destaca López.

Si bien muchos clientes llegan a KeepCool buscando una solución a un problema puntual, acaban convirtiéndose en clientes recurrentes. “El coste es tan bajo comparado con el valor de la mercancía que, una vez que prueban, ya no quieren dejar de usarlo”. Además, la empresa empieza a comercializar este ao su solución para carnes y pescados, tras varios años de validación interna.

Con solo cuatro empleados y un asesor externo especializado en flores, KeepCool facturó el año pasado 120.000 euros. Este año ya han superado esa cifra y proyectan cerrar 2025 con entre 500.000 y 600.000 euros. “Estamos en el punto en que no podemos abastecer toda la demanda. Tenemos que escalar la producción ya”, afirma su CEO. Para ello, la empresa está preparando una ronda de financiación de 500.000 euros, con la que pretende ampliar equipo, profesionalizar el área comercial e innovación y escalar la fabricación.

En el ecosistema de Lanzadera

KeepCool forma parte de Lanzadera, la aceleradora de empresas impulsada por Juan Roig, presidente de Mercadona. "Estar en Lanzadera nos ha dado visibilidad, contactos y una dinámica de mejora constante. Compartimos retos con otros emprendedores, nos ayudamos, recibimos feedback… Es impagable", apunta López.

Además, su participación en Lanzadera les ha permitido iniciar contactos con supermercados, lo cual podría ser clave para uno de sus próximos objetivos: llegar al consumidor final. “Pensamos en un formato doméstico para que dure tres meses en el cajón de la fruta y verdura". López señala que el producto “supera en un orden de magnitud a cualquier otra solución en el mercado”. Según explica, su poder de absorción de etileno es el doble que el de productos similares. “El envoltorio está hecho de un super material, permeable al aire pero impermeable a cualquier líquido", destaca.

Aunque las cifras de facturación son modestas aún, el equipo sabe que el techo es muy alto. “Si pudiéramos fabricar sin límites, podríamos multiplicar por 10 o por 20. El timing es perfecto. Las regulaciones europeas, como la nueva ley contra el desperdicio alimentario, están de nuestro lado", apunta. Los objetivos a corto plazo son cerrar la ronda, ampliar equipo y aumentar la capacidad de producción.