La empresa familiar valenciana sostiene buena parte del tejido económico de la Comunitat y, según explica Javier Martorell, subdirector de la red de empresas de la territorial Este de Banc Sabadell, lo hace en una situación de notable fortaleza. Martorell subraya que estas compañías “se caracterizan por haber sido muy resilientes y conservadoras”, una actitud que les ha permitido consolidar balances y moderar endeudamiento tras el periodo post-COVID.
El directivo señala que la salud financiera del sector es “sólida”, aunque matiza que el actual escenario de tipos elevados y presión inflacionaria exige una disciplina estricta sobre la tesorería. Aun así, destaca que la empresa familiar valenciana “está sobreviviendo, creciendo y adaptándose”.
Uno de los vectores que más está transformando el sector financiero es la inteligencia artificial. Martorell rechaza verla como sustituto de la experiencia humana: “El valor real está en combinarla con el análisis tradicional”. La entidad utiliza modelos predictivos, pero siempre integrados con el juicio profesional del director de empresa y del analista de riesgos.
La ciberseguridad también centra su atención. Antes, muchas empresas veían el problema como algo lejano; ahora, la percepción ha cambiado. Martorell insiste en que el banco acompaña a las compañías en dudas, incidentes y formación, recordando que el factor humano sigue siendo uno de los mayores puntos de entrada de ataques.
Sobre inversiones prioritarias, asegura que el banco apoya proyectos de digitalización, formación y sostenibilidad, aunque reconoce que hay sectores en los que la entidad se siente “más o menos cómoda” según el ciclo económico. La profesionalización de procesos es, en cualquier caso, una necesidad transversal.
En internacionalización, alerta sobre errores comunes: no analizar el mercado, financiar la expansión con circulante habitual, o no cubrir riesgos de crédito y de tipo de cambio. “Expandirse requiere estudio riguroso, no decisiones rápidas”, resume.
El talento financiero también evoluciona. Martorell defiende perfiles híbridos: profesionales que dominen datos, inteligencia artificial y análisis financiero clásico, capaces de acompañar a la familia propietaria en procesos de transformación.
Por último, reclama incentivos fiscales, mejores infraestructuras y apoyo a la eficiencia logística. “Todo lo que permita a la empresa familiar ser más competitiva es una inversión en el futuro económico de la Comunitat Valenciana”.