VALÈNCIA (EFE). La Policía Local de Riba-roja de Turia intensificará la vigilancia en las extensiones agrícolas del término municipal en las que se cultiva la algarroba a través de un dispositivo especial que por primera vez usará drones para evitar los robos, y que contempla también el control y vigilancia de almacenes y puntos de venta.

Esta iniciativa fue uno de los puntos tratados en el último Consell Agrari Municipal celebrado esta semana, en la que se informó, además, de la coordinación con los agricultores afectados y con la Guardia Civil, que intensificará los controles e inspecciones para comprobar la procedencia, pertenencia y volumen de producto.

Se prevé que estas acciones estén en marcha hasta finales del mes de agosto, cuando se dé por finalizada la recogida y comercialización de la algarroba, un fruto que en los últimos años se ha cotizado a precios altos como consecuencia de su creciente aplicación tanto para fines alimentarios como farmacéuticos, ha informado este viernes el Ayuntamiento.

Por primera vez, la Policía Local hará uso de un dron para un mayor control de posibles acciones delictivas a través de la videovigilancia y poder garantizar la seguridad de los agricultores, que ven amenazadas sus cosechas especialmente cuando el fruto está maduro y listo para su recolección.

Otro de los aspectos abordados en el Consell Agrari fue referente al riesgo de incendios forestales en las zonas boscosas y con matorral.

En este sentido, se informó de la instalación de autobombas que puedan suministrase de agua de balsas y poder actuar con rapidez y eficacia ante un incendio, especialmente en zonas forestales o caminos rurales.

También se dio cuenta del asfaltado de caminos rurales y el mantenimiento de los mismos y se informó de la especial vigilancia a las quemas agrícolas, las quemas de matorral u otras quemas de restos de poda o desbroces, que están totalmente prohibidas durante los meses de verano.

Por último, el Consell informó de la situación del vertedero de Basseta Blanca, actualmente en proceso de sellado y restauración, para convertirse en un futuro próximo en una central de energía fotovoltaica que dé servicio al municipio y una planta de biogás, que genere energía verde.