VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad no ha detectado ninguna situación de incremento de patología significativa en las zonas anegadas por la gota fría y descarta brotes de enfermedades como zika o dengue, por no ser endémicas, si bien ha iniciado fumigaciones en municipios de la Vega Baja como Dolores.

Según ha informado la Generalitat, la posibilidad de proliferación de vectores, como mosquitos y roedores, se contempló con el centro de emergencias y se ha indicado al Ayuntamiento la necesidad de iniciar un tratamiento intensivo frente a ellos por parte de las empresas especializadas en esta materia.

Los posibles riesgos para la salud por este tipo de vectores estarían relacionados con las molestias por picaduras, y no se espera que se produzcan enfermedades transmitidas por ellos como dengue, zika u otras, ya que la zona no es endémica de estas patologías.

La retirada de animales muertos, a través de empresas autorizadas, que ya está finalizando, también disminuye el riesgo de que bacterias propias de la descomposición animal influyan en la salud.

No obstante, se debe mantener supervisión de los terrenos inundados para que, en las próximas semanas, no se siembren hortalizas que pudieran contaminarse de las enterobacterias que, habitualmente, se encuentran en el terreno tras un arrastre de lodos por el río y acequias.

Tampoco se recomienda el uso de agua de pozo, si los hubiera, para labores de ganadería y alimentación hasta que no se compruebe analíticamente que es apta para su utilización.

La toma de muestras de las aguas estancadas se ha venido realizando en varios puntos del municipio y están analizándose en el laboratorio del CSP de Alicante, de modo que los resultados definitivos se obtendrán en 48 horas, para comprobar si crece alguna bacteria.

Se recomienda que animales y personas eviten las zonas de aguas estancadas y se mantendrá la inspección de los principales almacenes de distribución alimentaria y la supervisión sobre mercadillos para evitar la venta de productos, sobre todo hortalizas, verduras y frutas que hubieran podido estar en contacto con aguas de arrastre.

Asimismo, desde los centros de salud pública se mantiene un contacto permanente con los centros de atención primaria para conocer, si se produjeran, posibles incrementos de patología (básicamente gastroenteritis), aunque de momento no se ha detectado ninguna situación de incremento de patología significativo.