VALÈNCIA. Desde hace meses, asistimos a una explosión de entusiasmo alrededor de la inteligencia artificial generativa. Y no es para menos: las herramientas de IA han democratizado el acceso a capacidades impensables hace apenas un par de años. Sin embargo, en medio de tanto ruido y fascinación, he sentido la necesidad —y la responsabilidad— de plantear una pregunta fundamental: ¿es esta IA suficiente para las empresas?

La respuesta, desde mi experiencia, es rotundamente no.

No porque estas herramientas no sean potentes, sino porque no están diseñadas para el mundo empresarial. Y es ahí donde nace Vekai, la primera IA generativa desarrollada en España con una misión clara: llegar donde los modelos generalistas no pueden. Al corazón de las organizaciones.

Vivimos en un entorno en el que el conocimiento es un activo crítico. Y, sin embargo, muchas empresas están confiando ese conocimiento a modelos que ofrecen respuestas estimadas, no verificadas, sin trazabilidad ni garantía de seguridad. En un contexto corporativo, eso no es aceptable. La diferencia entre una buena decisión y un error crítico puede estar en un matiz mal interpretado por una IA sin contexto.

Con Vekai, desde Nunsys Group hemos querido construir una alternativa pensada desde cero para la empresa. Una IA que ofrece respuestas curadas, validadas por expertos, con total trazabilidad. Que respeta la soberanía del dato, porque se aloja en infraestructuras controladas por el cliente. Que no obliga a adaptarse a ella, sino que se adapta a cada organización mediante APIs modulares.

No se trata solo de seguridad o precisión. Se trata de poner la inteligencia artificial al servicio de la estrategia, no del entretenimiento. Y eso exige una visión diferente.

Vekai ya está demostrando su valor en sectores como el industrial, el sanitario o el logístico. Desde asistentes virtuales expertos en normativas y protocolos médicos, hasta agentes inteligentes capaces de extraer conocimiento crítico en entornos altamente técnicos. Y lo hace con una premisa que me parece clave: no venimos a reemplazar el conocimiento humano, sino a amplificarlo.

Este proyecto no es solo una apuesta tecnológica. Es una declaración de principios. Queremos que las empresas españolas lideren la transformación digital desde la confianza, la privacidad y el control de su propio conocimiento. Porque la inteligencia artificial no debería ser una caja negra en manos ajenas. Debería ser una herramienta estratégica en manos de quien toma decisiones.

ChatGPT y Copilot tienen su lugar, sin duda. Pero el mundo empresarial necesita algo más. Vekai no es un producto de consumo. Es una infraestructura de confianza.

Y ese, creo, es el camino que debemos seguir si queremos que la inteligencia artificial sea parte del futuro real de nuestras empresas. Un futuro que no se mide solo en algoritmos, sino en decisiones bien tomadas.