VALÈNCIA (EFE/Carlos Rosique). Las calles de Paiporta son auténticos barrizales donde, entre un silencio atronador solo alterado por las sirenas de emergencia, se mezclan coches apilados, cañas, ramas y todo tipo de objetos, una masacre que resume Consuelo Tolmo, dueña de una joyería: “Hay que empezar todo de nuevo” porque “Paiporta está destrozada".

"No queda ni un comercio”, subraya a EFE Tolmo, que pide “que se acuerden” de ellos a la hora de comenzar de nuevo. Y lo dice como autónoma, por lo que sabe "lo que es volver a empezar”, por eso le acompaña una amiga, Mari Carmen Palacios, que insiste en que están “totalmente destrozadas”.

“Hay muchos fallecidos, y los que quedan”, expone Mari Carmen, mientras suenan las alarmas en los móviles de una tercera alerta en la provincia de Valencia. Según el último balance ofrecido por la alcaldesa del municipio, las víctimas mortales solo en Paiporta ascienden al menos a 45.

Entre todo el fango que se agolpa en las calles, Consuelo subraya que cuando se ha ido a casa para ducharse se ha enterado de que en su barrio hace apenas tres horas han encontrado un fallecido más.

"No son los que hay, sino los que va a haber”, repite esta mujer, de unos 60 años, que hace guardia mientras los coches de policía empiezan a llegar a un municipio gobernado por el agua desde hace 48 horas.

Situado en la zona suroeste del área metropolitana más cercana a la ciudad de València, Paiporta es una ciudad de unos 25.000 habitantes donde muchas de sus calles reflejan aún la esencia del pueblo de huerta que fue, con casas bajas o de apenas dos o tres alturas.

Todas esas calles son ahora un río de fango y acumulación de objetos mientras los dueños de las casas siguen limpiando como pueden el interior de las mismas e intentando salvar los muebles que no ha destrozado la inundación.

La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, ha confirmado esta mañana a EFE que su municipio ha registrado 45 víctimas mortales a consecuencia de la dana, incluidas las seis personas mayores fallecidas en la residencia de la localidad.

"Cuanto más cerca al río y al barranco (del Poyo), peor" ha sido, según la alcaldesa, según la cual la mayoría de los fallecidos estaba en esa zona.

Como explicó a EFE el catedrático de la Universitat Politècnica de València Félix Francés, director del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería de Agua y Medio Ambiente, la dana que asoló este martes Valencia tuvo entre sus peores efectos el desbordamiento del Barranco del Poyo.

Esta es una rambla típica de "crecida relámpago" que los expertos estudian como caso paradigmático de peligro potencial y que en este episodio ha confirmado esos estudios, como muestra la rotura del puente que une Torrent y València y la catástrofe causada en municipios como, precisamente, Paiporta.