VALENCIA. Aparcar y conducir por las aceras es una infracción en la práctica totalidad de los casos en la Ordenanza de circulación de tráfico de València. Pese a ello, y por el incivismo de muchos, durante años la administración local regó las aceras de la ciudad con miles de bolardos.
Sin embargo, estos obstáculos, pensados para los vehículos, también dificultan el paso a los peatones, "especialmente a los más mayores y a personas con movilidad reducida”, según destacó en un comunicado remitido este martes el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi.
Por ese motivo, desde su Concejalía se ha procedido a retirar centenares de bolardos del viario de la ciudad, la mayoría de los cuales se encontraban en las nuevas zonas peatonalizadas, ya que el objetivo de estos cuando se instalaron fue delimitar el espacio disponible para la circulación de vehículos, delimitando a su vez itinerarios peatonales que, en la mayoría de los casos, tenían una anchura muy reducida e insuficiente. Este es el caso de calles como Serrans, Cavallers, Cuines, El Salvador, Almodí, Bosseria o Corretgeria.
Por otra parte, también se han eliminado bolardos en bordes de acera de otras zonas, donde estaban colocados para evitar el estacionamiento indebido, pero ocasionaban un estrechamiento de la acera que producía incomodidad para los viandantes, como por ejemplo la avenida de Pérez Galdós. También se han eliminado los bolardos en algunas calles, como Comèdies, en las que dificultaban el propio estacionamiento permitido.
“Como todos sabemos, el estacionamiento y la circulación por encima de las aceras de coches, —salvo alguna excepcionalidad— y camiones, no solo es una profunda muestra de incivismo y falta de empatía, sino que está totalmente prohibido, por lo que ha de bastar con el control policial para evitar dicho estacionamiento, sin necesidad de recurrir a elementos que suponen un obstáculo en el itinerario peatonal”, explicó Grezzi.