VALÈNCIA. Desde la plaza de su barrio, Patraix, el exalcalde de València, Joan Ribó (Manresa, 1947) atiende a las preguntas de Valencia Plaza con la tranquilidad de quien ya ha dejado atrás la vorágine del trabajo institucional, pero no la vida política. El exalcalde hace balance de su gestión al frente del Ayuntamiento durante ocho años y admite que les faltó tiempo para abordar problemas como la vivienda o la regulación de los pisos turísticos. En la entrevista, Ribó recuerda cómo vivió la Dana del 29 de octubre y reflexiona sobre el rumbo de Compromís de cara a las siguientes elecciones. El ex primer edil también responde sobre su reciente imputación por la presunta construcción irregular de una piscina en Alboraia.

Al igual que ocurrió con el 11S o el 11M todos recordamos dónde estábamos cuando llegó el Es-Alert la tarde del 29 de octubre. ¿Cómo vivió usted la Dana y los días posteriores?

En València no llovía. Me di cuenta por la televisión de que la cosa estaba muy complicada. El momento en el que sonó la alarma lo viví con extrañeza, porque pensaba que ya se habían producido todas las alertas. No conocía la existencia de esta alarma específica, el Es-Alert, y me llamó mucho la atención. Al día siguiente pude ver el desastre que había supuesto y la falta de medidas pertinentes. A medida que pasaban los días, uno se daba cuenta de la absoluta falta de implicación de los gobiernos, tanto autonómico como municipal. Es cierto que, a nivel municipal, no ocurrió lo mismo que a nivel autonómico, pero tampoco se tomaron medidas como avisar a la población, retirar a los niños de los colegios o movilizar a bomberos y Policía.

¿Cómo califica entonces la actuación del Ayuntamiento de València en la Dana?

Si la actuación del señor Mazón es muy deficiente, la actuación municipal de María José Catalá y su equipo es prácticamente la misma, lo único que ha pasado muy desapercibida. Insisto en que València no es solo lo que está a este lado del cauce del Turia. Hay unos pueblos que estuvieron totalmente afectados y que nadie se preocupó por ellos. Se dice incluso que la señora alcaldesa se enteró de la inundación cuando una concejala de Compromís se lo dijo telefónicamente. 

El Partido Popular ha reiterado que el Plan de Inundaciones aprobado por su gobierno no incluía a las pedanías del Sur como zonas inundables, unas afirmaciones que usted ha desmentido, ¿considera que el Plan de inundaciones de 2018 era suficiente para abordar un escenario como el que se vivió el 29-o?

La alcaldesa debía conocer que existía ese plan; tenía que haberlo leído mínimamente, ella o la persona en quien delega esta competencia. Con sus declaraciones, ha puesto de manifiesto que ni lo conocía ni lo conocía nadie de su equipo de gobierno. Ese plan contemplaba, fundamentalmente, una situación como la que se vivió —aunque es cierto que la Dana fue muy superior a las previsiones y, quizás, haya cosas que mejorar. Pero lo primero que hay que hacer es leer. Si se hubiera cumplido ese plan, no habrían ocurrido los problemas que se vivieron en las pedanías.

Ha sido llamado a declarar como imputado por la presunta construcción irregular de una piscina municipal del Ayuntamiento de Alboraia en suelo municipal de València. Usted como alcalde, ¿estaba al tanto de que la piscina se construyó en suelo no urbanizable dentro del término municipal de València?

Según las informaciones publicadas en los periódicos, he sido llamado a declarar, aunque no he recibido ninguna notificación oficial. Supongo que, en algún momento, me llamarán. Yo desconocía por completo la situación del Ayuntamiento de Alboraia. Sí sabía que existen ciertos elementos en los límites de algunos municipios, como Burjassot, que algún día habría que corregir. Me habían comentado que había una zona deportiva, pero no conocía absolutamente nada más.

¿No hubo ninguna comunicación formal entre el Ayuntamiento de València y el de Alboraia durante la ejecución del proyecto de la piscina?

Yo desde luego lo desconocía. Evidentemente estas competencias las tenía delegadas, pero desconocía totalmente este tema.

La vivienda ya es la principal preocupación de los valencianos, con los precios tanto del alquiler como de la compra disparados en todos los barrios, ¿considera que su gobierno hizo lo suficiente para abordar este problema?

He de ser sincero, yo me di cuenta de la gravedad del problema de la vivienda al finalizar el covid. A partir de ese momento vi que el problema se iba a hacer grande y que era de máxima importancia, pero estábamos a mitad. Por desgracia, los problemas de la vivienda no se pueden arreglar en dos días. Nosotros estuvimos poniendo en marcha una serie de medidas, compramos algunas viviendas a través del tanteo y retracto que ahora parece que quieren eliminar. Una de las medidas que usamos ahora se quiere eliminar, algo que me llama muchísimo la atención. Y también empezamos a tomar medidas contra los apartamentos turísticos que es uno de los elementos que seriamente contribuyen al problema de la vivienda. ¿Habría que haber hecho más? Seguramente.

En el caso de la regulación de los apartamentos turísticos, ¿cree que Compromís fue poco ambicioso?

Nosotros presentamos una serie de elementos a través de la concejala del área en los que planteamos una serie de posibilidades de avanzar un poco más, estuvimos debatiéndolo en el gobierno y se acabó la legislatura. ¿Fuimos poco ambiciosos? En proyecto, no. Pero fue un tema de debate en el que me hubiese gustado que se avanzase más. 

¿Fue falta de tiempo?

Por supuesto. La percepción del problema de la vivienda la tengo clarísima, final del covid ese problema se nos viene encima y tenemos que resolverlo, pero por desgracia, y me parece importante resaltarlo, nosotros estuvimos solicitando ayudas para rehabilitar determinados barrios y estas ayudas se han perdido. Solicitamos ayudas para personas que duermen en la calle y me doy cuenta que 500.000 euros de estas ayudas también se han perdido. Empezamos a hacer cosas pero el tema de la vivienda no se resuelve en dos días.

 Está a punto de cumplirse el ecuador de la legislatura, ¿qué opina de la gestión de PP y Vox al frente del Ayuntamiento de València?

Han sido bastante eficaces en deshacer cosas que estaban bien, en eso hay que reconocer que han sido eficaces. El gobierno de PP y Vox han puesto de manifiesto que los gobiernos de la izquierda fueron muy estables en esta ciudad durante ocho años, y este es un objetivo que me marqué como alcalde y creo que conseguí. Había posiciones diferentes entre el Partido Socialista y Compromís, y también Podemos, pero fuimos capaces de resolverlas sin ninguna tensión. Véase como se están resolviendo los temas entre PP y Vox y comparen, sencillamente. El segundo elemento es preguntarse qué está haciendo la señora Catalá además de deshacer lo que se hizo anteriormente, yo creo que es la pregunta que se están haciendo los valencianos. 

¿Qué es lo que le hace sentir más orgulloso de su legado? ¿Cómo le gustaría que le recordasen?

Me gustaría que me recordasen como una persona normal, como un alcalde que se propuso que esta ciudad fuera una ciudad donde la gente pudiera vivir a gusto, los niños puedan jugar en las plazas, donde las personas mayores puedan pasear por las calles y algunas cosas hemos encontrado como ser una de las ciudades donde mejor se vive, según distintos parámetros. Eso es lo que más me satisface, que la gente de esta ciudad diga que es una ciudad donde se vive a gusto, una ciudad amable en donde el coche no es el Dios de todas las cosas sino que los peatones tienen peso, unas cosas sencillas pero importantes. 

¿Y se arrepiente de algo?

Siempre. Me arrepiento de la falta de velocidad, que es un problema burocrático grave. Todas las mañanas me preguntaba por qué eso no podíamos hacerlo más rápido, es el tema que me agobiaba como alcalde. En el tema de proponer novedades, la frase de: ¿por qué vamos a cambiar si siempre lo hemos hecho así? Quizás no haber sido más contundente a veces en cambiar las cosas.

Ahora con la perspectiva del tiempo, ¿han hecho un diagnóstico pausado de qué es lo que les llevó a perder la alcaldía de València y el gobierno de la Generalitat?

Ocho años es un periodo que genera elementos de cansancio, y hay un factor que, a mí, me parece muy importante: aquella campaña electoral fue pensada desde Madrid. Fue pensada desde unos planteamientos en los que lo que se hizo bien en las ciudades y en las comunidades autónomas quedaba muy diluido, quedaba muy oscurecido por el gran sol que lucía en Madrid.

Recientemente, una encuesta de Compromís arrojaba un empate técnico entre bloques en el Ayuntamiento de València, pese a la Dana.¿Qué deberes cree que tiene Compromís para recuperar el liderazgo?

No sólo una encuesta de Compromís, he visto encuestas en algún periódico, no precisamente de izquierdas, donde Compromís saca unos excelentes resultados, lo cual quiere decir que las cosas en el Ayuntamiento y en la Generalitat por parte de Compromís están funcionando bien. Las cosas en política no van tan rápidas como quisiéramos los que estamos trabajando en política. Por desgracia son mucho más lentass un proceso de ir trabajando día a día. Creo que las líneas de trabajo están perfectamente definidas y en Compromís estamos trabajando en estructurar nuestra organización en una línea de trabajo de estar muy pegados a nuestro territorio. Una de las cosas que más me gusta es el hecho de que a Compromís se la ve como la fuerza que más se preocupa por los problemas de sus ciudadanos, por los problemas de la ciudad.

Usted dijo que esperó unos meses para dejar el acta de concejal porque tenía la obligación de preparar su sucesión. ¿Para usted, es Papi Robles la candidata adecuada para pelear por la alcaldía de València en 2027?

La candidata o candidato a pelear por la alcaldía de Valencia lo decidirán los militantes de Compromís. Lo que tenía muy claro es que ya no tengo 15 años y por lo tanto, no quiero que me pase como el señor Biden, que se caía por las escaleras del avión por la edad, entonces tocaba irse. Lo que hice sencillamente es hacer un proceso de sustitución. Creo que Papi Robles, que está llevando en estos momentos Compromís en el Ayuntamiento de València, lo está haciendo muy bien. Lo digo yo y lo dicen las encuestas, las nuestras y las que no son nuestras. Por lo tanto, creo que es una candidata estupenda. Pueden aparecer otras candidaturas, por supuesto, pero esta candidatura está demostrando que está haciendo las cosas muy bien.

El PSPV ha anunciado un perfil potente como Pilar Bernabé como candidata, ¿temen un ‘sorpasso' en la ciudad de València?

No, no estoy muy preocupado. Las encuestas no indican esta situación. Ahora bien, yo entiendo que el Partido Socialista intente ser el partido más votado de la ciudad, de la misma manera que nosotros queremos continuar siendo el partido más votado en la izquierda y el más votado en la ciudad. Ese es nuestro objetivo y vamos a seguir trabajando por ello. Y, por supuesto, desde la diferencia, pero también desde la lealtad de saber que las cosas hay que hacerlas en la izquierda, llegando a acuerdos lo más progresistas posible, sin el menor miedo posible, pero trabajando al mismo tiempo codo a codo.

 

¿Qué papel juega Joan Ribó actualmente en Compromís?

Yo juego un papel secundario, estoy en segunda fila, como las legiones romanas cuando uno se hacía mayor se ponían en segunda fila. Estoy trabajando, haciendo algún artículo, colaborando con el grupo municipal y trabajando en Compomís. Estoy en los órganos de dirección de Compromís, pero como uno más.

¿Cree que el Compromís ha sido injusto con Mónica Oltra?

Creo que no. Quien ha sido profundamente injusto con Mónica Oltra es quien le está haciendo pasar el viacrucis jurídico que se está alargando eternamente. Ya va siendo hora de que se acabe de una vez por todas. El planteamiento de Compromís con Mónica Oltra ha sido un planteamiento razonable. No creo que sea una injusticia. Yo tuve el caso de Pere Fuset, que tuvimos que separarlo de su cargo precisamente por lo mismo, y que luego se quedó en nada. Pero los términos jurídicos hay que respetarlos, es importante. 

¿Le gustaría recuperarla como un capital político?

Por supuesto que sí. Pero lo primero que hay que decir es que ella debe decidir qué es lo que quiere ser. Pero para mí Mónica Oltra es una persona muy importante, lo ha sido y lo puede volver a ser. Por supuesto que sí.

Respecto a las elecciones generales, usted ha defendido la coalición con Sumar aunque no haya supuesto una mejora significativa de los resultados de Compromís. ¿Mantiene la opción de concurrir a elecciones generales en alianza con plataformas como Sumar?

 

Por desgracia, en España el nivel comunicativo está muy controlado desde dentro de la M30, exceptuando Catalunya y el País Vasco. Nosotros necesitamos tener, cuando hay elecciones generales o europeas, un referente muy amplio en el cual los valencianos sepamos que estamos en Compromís pero que al mismo tiempo estamos vinculados a un proyecto general más amplio. Por lo tanto, yo sí que defiendo esta alianza. ¿Cuál será? Pues no lo sé, tendremos que trabajarlo entre todos. Pero aquí, en el País Valencià, la tarea es de Compromís de unificar al máximo todas las fuerzas a la izquierda del Partido Socialista.

 

Hay corrientes en Compromís que consideran que se debería apostar por un modelo como el del BNG que permita marcar un perfil más propio en Madrid. ¿Qué opinión le merece esto?

Me parece muy bien, pero creo que hay que estar pegados al territorio. Si yo estuviera en Euskadi, pensaría parecido. Si yo estuviera en Galicia, pensaría parecido. Si yo estuviera en Cataluña, también. Pero estamos en esta comunidad, nos guste o no. Y esta comunidad tiene unas características peculiares. Y tenemos que responder en función de esta comunidad. Hoy por desgracia la situación es la que es.

 

Existe mucho debate sobre el papel que juegan partidos nacionalistas o independentistas condicionando su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez a concesiones concretas para sus regiones. ¿Cree que Compromís está presionando lo suficiente en temas clave para la Comunitat como puede ser la reforma de la financiación autonómica? 

 

Creo que sí, pero por desgracia el tema de la financiación es un tema un poquito más serio, más complicado que todos los temas de los que se habla por ejemplo con Catalunya. Se está presionando, pero por desgracia el tema de la financiación es un tema muy complejo que no se resuelve con facilidad.