VALÈNCIA. Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de València fijan sus 'líneas rojas' para respaldar la Zona de Bajas Emisiones. Compromís y PSPV piden una ZBE "real" que reduzca "de manera efectiva" la contaminación y reclaman más ambición al edil de Movilidad, Jesús Carbonell (PP) si pretende contar con sus apoyos para sacar adelante la normativa. Avanzar el calendario de multas, ampliar el perímetro de restricción a toda la ciudad o incluir vehículos con etiqueta B de fuera de València son algunas de las reclamaciones de ambos partidos.
Sin embargo, PSPV ha avanzado que una de sus condiciones indispensables para respaldar la ZBE será que el proyecto de Corredor Verde no incluya tráfico rodado. En el caso de Compromís, se han mostrado más duros y han asegurado que no negociarán "con quien reabre la calle Colón al tráfico indiscriminado, no elimina el túnel de Pérez Galdós o introduce carriles de tráfico en el Parc García Lorca".
Ambos partidos han coincidido en señalar la "irresponsabilidad" del Partido Popular por poner en riesgo los millonarios fondos vinculados a la ZBE y han recriminado que Carbonell haya elaborado una propuesta de ZBE "de mínimos" para "contentar a Vox". Cabe recordar que la ordenanza de ZBE no salió adelante en el último pleno después de que Vox, el socio de gobierno, cambiara en el último momento el sentido de su voto y decidiera votar en contra de la normativa junto con la oposición. "La gran responsable de este desastre es Catalá" por "tantas cesiones a Vox" que "no han servido de nada", ha manifestado la portavoz de Compromís, Papi Robles.
Ahora, tan solo le queda algo más de una semana al concejal Carbonell para recabar apoyos si pretende aprobar la ZBE dentro del plazo para no perder la financiación. Una pérdida que podría superar, en el peor de los escenarios, los 135 millones de euros. Robles, ha instado al equipo de María José Catalá a volver "al consenso" para garantizar la salud de los valencianos, lamentando que la no aprobación de la ZBE sea "terrorífica para la salud de las personas y para la salud financiera del Ayuntamiento" por la posible pérdida de 135 millones de euros.
El PSPV-PSOE se ha mostrado dispuesto a negociar la ZBE con el PP para cumplir los objetivos ambientales y evitar la pérdida de 115 millones de euros en financiación europea, pero bajo tres "condiciones importantes, líneas rojas para el Partido Socialista", más una condición adicional. as tres condiciones del PSPV-PSOE son: ampliar el número de vehículos afectados, ampliar el ámbito de actuación para evitar que barrios queden fuera de las limitaciones y puedan "convertirse en aparcamientos", y tener unos plazos de aplicación equiparables al resto de ciudades. A estas se suma como "condición adicional" que el Corredor Verde quede libre de coches, con el portavoz Borja Sanjuán asegurando que "si no hay un Corredor Verde por el que no pasen coches, no es posible que haya ningún acuerdo".
Pese a la urgencia de los plazos, tanto Compromís como el PSPV-PSOE han asegurado que no han recibido ninguna propuesta formal del gobierno municipal para sentarse a negociar el nuevo texto. Hasta ahora el único ofrecimiento del gobierno se limita a la intervención del concejal de Movilidad en el pleno, en la que se mostró dispuesto a ampliar el perímetro de la ZBE pero sin aceptar ninguna de las otras condiciones. Ante el riesgo de perder una financiación millonaria y el escaso margen de tiempo, la pelota está ahora en el tejado del Partido Popular.
