VALÈNCIA. La salida de Juan Manuel Badenas y Cecilia Herrero de Vox sigue teniendo repercusiones en el Ayuntamiento de València. El paso de estos dos ediles a la condición de no adscritos, no solo implica un cambio en el seno del Grupo Municipal Vox, sino que obliga a reformular la composición de las comisiones plenarias. Según el reglamento del Pleno, los concejales sin adscripción tienen derecho a incorporarse, con voz y voto, a las comisiones informativas que deseen, y tanto Badenas como Herrero han solicitado sumarse a todas las comisiones permanentes. 

Hasta ahora, las comisiones estaban compuestas por siete miembros repartidos de la siguiente forma: el Grupo Municipal Popular con trece ediles contaba con tres miembros en las comisiones; Compromís tenía dos miembros por sus nueve concejales; el Partido Socialista, con siete ediles, tenía un representante y Vox tenía también un representante por sus cuatro concejales. Esta composición aseguraba cuatro votos al bloque de PP y Vox y tres votos a los dos grupos de la oposición.

Nueva composición 

La nueva composición propuesta plantea que se mantengan los mismos representantes en los grupos municipales de PP, PSPV y Compromís y plantea que Vox mantenga un representante (al haberse quedado con dos ediles) pero que se pondere su voto de forma que pase a valer 0,5. Siguiendo la misma fórmula, se propone que el voto de Juanma Badenas valga 0,25 al igual que el de Cecilia Herrero. De esta forma, el bloque de izquierdas seguiría sumando tres votos en las comisiones con sus dieciséis concejales mientras que PP y Vox sumarían tres votos y medio con quince ediles.

Esto implicaría que los votos de Badenas y Herrero no serían necesarios para que los socios de gobierno pudiesen superar las votaciones en las comisiones. Tampoco valdría su voto en el caso que los no adscritos decidiesen votar con el bloque de izquierdas algún punto, puesto que en ese supuesto se produciría un empate a 3 votos y medio y prevaldría el voto de calidad de la presidencia de la comisión.

Los dos grupos de la oposición en el Ayuntamiento de València, Compromís y PSPV ya manifestaron su rechazo este viernes a la nueva composición y han anunciado que no descartan acudir a los tribunales si finalmente se aprueba este planteamiento. El portavoz socialista, Borja Sanjuán, calificó de “canallada democrática” esta propuesta de composición y añadió que según “muchas sentencias del Tribunal Constitucional, es contrario a la representatividad, a la proporcionalidad y al derecho constitucional que tienen los ciudadanos a verse representados por aquellas personas que eligen”. De la misma forma, la portavoz de Compromís, Papi Robles, advirtió a Catalá que “si piensa que nos chupamos el dedo, le aviso que la realidad es que es una alcaldesa débil y totalmente perdedora”.

"Misma interpretación que con Ribó"

Sin embargo, desde el gobierno municipal defienden que este reparto esta basado en “un informe jurídico" emitido "por parte de la secretaría municipal”. El portavoz del gobierno, Juan Carlos Caballero sostuvo que la composición de las comisiones "es la misma" que se estableció bajo "el mandato de Joan Ribó (Compromís), en 2018, cuando una integrante de Ciudadanos dejó su grupo y pasó al de no adscritos”. "Se hizo la misma interpretación que se está haciendo ahora. Estamos atendiendo exactamente las mismas recomendaciones de la secretaría general para el actual marco”.

Caballero apuntó que "lo que sí es novedoso es que para la izquierda cambia el criterio en función de a quién aplique". "Con Ribó le venía muy bien y ahora parece que le viene muy mal" Y añadió que el gobierno sigue "el criterio de la secretaría municipal del Ayuntamiento".

Los socialistas consideran que este reparto contradice algunos de los fundamentos jurídicos en los que se apoya el propio acuerdo. Y es que el documento menciona que según la sentencia del Tribunal Constitucional 32/1985, de 6 de marzo, “la composición no proporcional de las Comisiones informativas resulta constitucionalmente inaceptable porque éstas son (…) en realidad meras divisiones internas del Pleno”, de tal manera que, en “cuanto partes del Pleno deben reproducir, en cuanto sea posible, la estructura política de éste”, un supuesto que el PSPV considera que no se cumple. Los socialistas argumentan que sí se propone que el voto de un edil no adscrito en las comisiones tenga un valor de 0,25, al PSPV le corresponderían 1,75 votos; a Compromís 2,25 y al Partido Popular 3,25.

Con todo, esta nueva composición deberá ser aprobada primero por el pleno de la semana próxima, y en este caso, los votos de Badenas y Herrero serán imprescindibles para asegurar su aprobación ya que en el pleno cada concejal sí representa un voto.