VALÈNCIA. Un impacto económico de más de 100 millones de euros y un posible riesgo sanitario y de orden público. Estas son algunas de las consecuencias que tendría para la ciudad de València un corte de agua de tres días según un informe que ha elaborado la Cámara de Comercio. El documento, concluye que una interrupción en el suministro de agua potable de la ciudad impactaría especialmente al comercio, la hostelería y los servicios sanitarios.
El informe detalla que el 82 % del agua potable consumida en la ciudad es utilizada por empresas, lo que amplifica el impacto económico de una posible interrupción. En el caso de los hogares, aunque consumen el 5% del total del agua potable, solo en la compra de agua embotellada para aprovisionarse en caso de cortes de agua, supondría un gasto de 4 millones de euros.
Según ha explicado el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, aunque la red de suministro de la ciudad es "de alta calidad", la Dana y el apagón mostraron su vulnerabilidad y empujaron a la institución a elaborar este informe. "Con la dana estuvimos a punto de quedarnos sin agua y ese es un drama a lo mejor más grave que quedarse sin luz", ha llegado a afirmar Morata. El presidente ha expuesto que València y su área metropolitana se cuentran "entre las zonas de Europa que mejor gestiona el agua", pero ha señalado que se debe contar con información para "evitar riesgos de futuro".
El informe plantea hasta seis posibles escenarios que suponen un riesgo para el suministro de agua: averías y deterioro de la infraestructura, una contaminación del agua, un fallo prolongado en el suministro eléctrico --ya que el apagón de abril de 2025 paralizó las potabilizadoras--, fenómenos meteorológicos extremos como la dana, eventos sísmicos o actos vandálicos y sabotajes, ya que hay infraestructuras expuestas en áreas periurbanas y rurales.
La importancia de la zona metropolitana
Aunque el estudio que se ha presentado este miércoles se centra en el impacto en la ciudad de València, en posteriores fases se extenderá al resto del área metropolitana ya que la Cámara considera que hay que entender la zona metropolitana como "un gran ente supramunicipal" lo que supondría "un salto cualitativo".En el ámbito de estudio la Cámara cifra el impacto económico de una interrupción del agua potable de tres días en 106 millones de euros en valor añadido bruto. Se prevé, en concreto, un impacto directo de 100,5 millones de euros y un impacto indirecto de 5,5 millones de euros.
De ellos estos 106 millones, 87 millones de concentrarían en el sector servicios. El comercio, transporte y hostelería sería la rama más afectada con 34,2 millones de impacto, seguido de los servicios de educación, sanidad y sociales, con 18,7 millones, y las actividades profesionales y técnicas, con 10,45 millones en pérdidas. El estudio calcula un impacto de 13,5 millones de euros en la industria, de 5,4 millones de euros en la construcción.
El experto de Cámara, Amadeo Aznar, encargado de explicar el impacto en cifras, ha detallado que un corte del suministro de agua tendría, además del impacto para las empresas y la población, unas consecuencias dificilmente cuantificables para sectores como el turismo en términos reputacionales.
Impacto en el sistema sanitario
Según las conclusiones del informe, esta interrupción tendría una "trascendencia importante en el sistema sanitario" de la ciudad, donde hay 1.754 centros sanitarios que "son intensivos en el uso de agua", 17 hospitales y 30 centros de salud, que atienden 6.501 consultas médicas externas. Diariamente, los hospitales públicos de València atienden 2.266 urgencias de las cuales, 233 son ingresadas en dichos hospitales. A su vez, se realizan 291 intervenciones quirúrgicas programadas a diario, y 45 intervenciones con carácter urgente. "Gran parte posiblemente no se podrían llevar a cabo" ante un corte del suministro, ha explicado el experto de Cámara, Amadeo Aznar.
También ha advertido de "connotaciones importantes en seguridad y orden público" con ocho comisarías afectadas que hacen al día 903 intervenciones. También hay 25 actuaciones diarias de bomberos y las intervenciones de todos estos cuerpos aumentarían en caso de crisis, por lo que otras dejarían de realizarse, según Cámara Valencia.
Medidas para paliar el riesgo
Además de las consecuencias, el estudio también propone algunas acciones que deberían llevar a cabo las administraciones para reducir este riesgo. Desde la Cámara han recordado que existe un déficit de inversiones en el ciclo del agua a nivel estatal en los últimos 7 u 8 años y han solicitado la colaboración de todas las instituciones. "Esto es un proyecto de sociedad, no es un proyecto empresarial", ha reiterado Morata.
Entre ellas, se cita la necesidad de diversificar la captación del agua con una nueva toma en el Turia, aguas arriba de La Presa, duplicar el canal Júcar-Turia, construir un nuevo acceso al pantano de Tous y crear nuevos pozos de emergencia, entre otras medidas.
Para asegurar el suministro de agua, se plantea entubar el canal Júcar-Turia, fortalecer las infraestructuras que lo sustentan, contruir balsas reguladoras junto a las ETP, construir zonas de acumulación controlada en el Turia y depósitos de almacenamiento y regulación que garanticen agua las 24 horas del día.
Para mejorar la calidad del agua, el informe propone mejorar el encauzamiento del barranco del Mandor y un mayor control de los vestidos al Turia, aumentar la capacidad de los sistemas de pretratamiento de las dos potabilizadoras y servicios de mantenimiento de los pozos de emergencia y depósitos de almacenamiento.
Asimismo, Cámara Valencia también ha recomendado acciones para la mejora de la autonomía y resiliencia, como la ampliación de las instalaciones de energía renovable y acumuladores; una inversión continua en modernización tecnológica y la implantación de tecnología punta e IA, y una coordinación eficaz de todas las entidades responsables del ciclo de agua, coordinación con el desarrollo urbanístico y planes de comunicación y concienciación a la población.