El Hospital Vithas Aguas Vivas ha puesto en marcha una Unidad de Desintoxicación Hospitalaria en colaboración con el Grupo Guadalsalus, un nuevo recurso asistencial que aborda la primera fase del tratamiento de las adicciones desde un entorno hospitalario y con criterios clínicos. La unidad ofrece un programa de ingreso programado de 21 días cuyo objetivo es interrumpir el consumo de forma segura y establecer las bases para un proceso terapéutico posterior, que necesariamente se prolonga en el tiempo.
El tratamiento de las adicciones se articula, desde una perspectiva médica y psicológica, en tres fases diferenciadas: desintoxicación, deshabituación y reinserción social. Nombrar y delimitar correctamente cada una de estas etapas resulta clave para evitar expectativas poco realistas y para situar al paciente y a su entorno ante un proceso que no tiene soluciones rápidas. En este contexto, la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria de Vithas Aguas Vivas asume de manera explícita la función de realizar una desintoxicación hospitalaria, entendida como un proceso médico, biológico y farmacológico orientado a estabilizar al paciente y controlar los síntomas de abstinencia.
Este abordaje sanitario se acompaña desde el inicio de una intervención terapéutica intensiva, dirigida a comenzar el trabajo de deshabituación, favorecer la toma de conciencia de la enfermedad adictiva y activar la motivación para continuar el tratamiento más allá del ingreso. El programa no plantea la resolución de una adicción en tres semanas, sino la interrupción del consumo en condiciones de seguridad clínica y la preparación del paciente para las siguientes fases asistenciales.
La unidad se encuentra ubicada en el Valle de Aguas Vivas, a unos 40 kilómetros de Valencia, en un entorno natural que facilita el descanso emocional y la distancia respecto al contexto habitual de consumo. Este marco busca reducir la sobrecarga emocional y favorecer una mayor estabilidad física y psicológica durante un momento especialmente vulnerable del proceso.
Durante el Ingreso Programado de 21 Días, los pacientes reciben supervisión médica y de enfermería continuada, evaluación psiquiátrica, manejo profesional del síndrome de abstinencia y atención psicológica estructurada. El trabajo terapéutico se orienta a la prevención de recaídas tempranas, la adherencia al tratamiento y la planificación del itinerario asistencial posterior. La unidad dispone también de ingresos programados de refuerzo, dirigidos a personas que necesitan consolidar avances iniciales o reforzar la estabilidad alcanzada.
Los programas están dirigidos tanto a adicciones a sustancias, como el alcohol, la cocaína, el cannabis o la heroína, como a determinadas adicciones comportamentales, entre ellas el uso compulsivo de tecnologías, las compras impulsivas, la adicción al trabajo o las relaciones de dependencia emocional.
El modelo desarrollado por Vithas y Guadalsalus se plantea como un proceso continuo, en el que el alta hospitalaria no supone el final del tratamiento. Tras la desintoxicación, los pacientes pueden continuar su recorrido terapéutico en recursos residenciales, dispositivos de apoyo comunitario, seguimiento ambulatorio y programas de acompañamiento familiar, con el objetivo de favorecer una reintegración social progresiva.
Según Yolanda Herrero, directora gerente de Vithas Aguas Vivas, la colaboración con Guadalsalus permite ofrecer “un proceso terapéutico completo que comienza en el ámbito hospitalario, pero que se extiende más allá del ingreso, entendiendo estos 21 días como un punto de partida”.
Uno de los elementos singulares del programa es la incorporación de personas que han superado una adicción, cuya experiencia se integra como apoyo terapéutico y como elemento de identificación para los pacientes. Desde Guadalsalus, su CEO, Antonio Tomás Pineda, subraya que el contacto con la experiencia vivida tiene un valor clínico relevante y complementa el trabajo profesional.
Con la creación de esta Unidad de Desintoxicación Hospitalaria, Vithas refuerza su línea de trabajo en salud mental y adicciones desde un enfoque basado en evidencia científica, continuidad asistencial y realismo terapéutico, alejándose de planteamientos simplificados y situando la recuperación como un proceso complejo que requiere tiempo, acompañamiento y recursos especializados.