VALÈNCIA. Resulta indudable que el Partido Popular y Vox coinciden en su oposición a los pactos alcanzados por el socialista Pedro Sánchez con las formaciones independentistas (ERC y Junts) con el objetivo de sumar los votos suficientes para su investidura. Donde no parece haber la misma sintonía es a la hora de plantear la manera de expresar el rechazo a los acuerdos del presidente del Gobierno en funciones. 

Hasta ahora, una de las principales discrepancias se ha producido con la exigencia de Vox a su socio de gobierno en cinco comunidades autónomas -entre ellas la valenciana-, algunas diputaciones y decenas de ayuntamientos, de acometer manifestaciones "institucionales" contra la Ley de Amnistía. Una posibilidad que los populares, que han organizado diversas acciones institucionales (declaraciones de gobiernos autonómicos, anuncios de recursos en los tribunales o petición de una conferencia de presidentes) además de multitudinarias protestas impulsadas desde del partido, han esquivado hasta el momento. 

Sin embargo, Vox sigue buscando su espacio para visibilizarse -o distinguirse- del PP en este proceso de investidura. Así, en las últimas horas Santiago Abascal y sus afines también han puesto el foco en la posibilidad de que las comunidades autónomas gobernadas por los populares -en algunos casos con los voxistas como socios- reivindiquen la condonación de parte de su deuda aprovechando la prebenda pactada por el PSOE con ERC de acometer una quita del 20% de la deuda basada en las consecuencias de la crisis económica de 2008 que supondría unos 15.000 millones de euros.

El propio Abascal, ese mismo lunes, expuso su visión en la red social X sobre este asunto a raíz de una entrevista a la consejera andaluza de Economía, Carolina España, en la que se mostraba abierta a aceptar una quita de la deuda de 17.000 millones de euros. "Esperemos que el PP desautorice inmediatamente estas declaraciones. Vamos a pedir en los parlamentos regionales que se denuncie a quienes pretenden negociar con la igualdad de los españoles", sentenció.

Un camino que siguió ayer su compañera de partido y presidenta de Les Corts, Llanos Massó, saliendo al paso de una afirmación similar del máximo responsable autonómico de esa región, Juan Manuel Moreno Bonilla, sobre la condonación de la deuda. "Le importa un carajo lo que le pase a España. No tiene vergüenza", aseguró.

La importancia de esta posición de Vox es que el propio PPCV liderado por Carlos Mazón, que gobierna en coalición con el partido de Abascal en la Comunitat Valenciana, está precisamente en el mismo punto que Andalucía. De hecho, la vicepresidenta segunda del Consell, la popular Susana Camarero, quien ejerció este martes de portavoz del Ejecutivo ante la ausencia de Ruth Merino, señaló que la Comunitat debía ser "la primera" autonomía si hay una condonación de la deuda autonómica derivada de los acuerdos para la investidura de Pedro Sánchez o "cualquier compensación que se acuerde con otra comunidad". Preguntada por las palabras de Massó, Camarero declinó valorarlas.