ALICANTE (M.G./E.P). Desde que se celebraran las elecciones de Andalucía, y se produjera la irrupción del partido Vox, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no ha parado de lanzar mensajes de lo que, a su juicio, supondría que la formación ultranacionalisa irrumpiera en la Comunitat Valenciana y, que además, tuviera influencia en la configuración de futuros gobiernos locales. Lo hizo en el acto de la Día de la Constitución; lo repitió en el mensaje institucional de final de año, retransmitido por televisión, y este viernes ha vuelto a incluir referencias a los viejos fantasmas que en su opinión se podrían destapar con una hipotética irrupción Vox. Ahora bien, siempre sin citarlos.
Puig ha dejado claro que la respuesta a la "fractura social" provocada por la crisis "no puede ser la que nace del odio y del rencor" y ha alertado a Europa de la "encrucijada" que se le presenta ante "los viejos fantasmas del pasado que vuelven a aterrizar", en clara referencia partido liderado por Santiago Abascal.
Ante la llegada de la extrema derecha a las instituciones andaluzas, Puig ha defendido que "las convicciones democráticas tienen que cimentarse", porque "no hay una alternativa mejor a la democracia".