VALÈNCIA. La agrupación vecinal de la urbanización Balcón de la Peña de Gilet (AIU) ha presentado un recurso contencioso-administrativo al ayuntamiento del municipio para denunciar "carencias latentes" en la zona, según señala la entidad, como son la falta de una red de agua potable, de alcantarillado o de alumbrado público. Como indican tanto los vecinos como el consistorio, este es un problema que lleva "muchos años" sobre la mesa y que, ya en 2002, se constituyó la agrupación vecinal para poner fin a estos altercados, aún sin solución.
En 2013 se firmó un convenio con la administración local, en el que se acordó redactar un proyecto técnico de obra pública. Tras varias reuniones con el ayuntamiento y el desacuerdo entre ambos actores en dos planes presentados por el consistorio, el vecindario de Balcón de la Peña entregó en 2019 un proyecto de urbanización con la contratación de un arquitecto. Sin embargo, según aseguran, la administración local no lo ha considerado.
Ante esta situación, la AIU aprobó en la última asamblea presentar este recurso al estimar que "no se estaban cumpliendo los acuerdos firmados en el convenio", además de "ver vulnerados" sus derechos como vecinos y "perjudicar a los intereses de los componentes de la agrupación".
Pese a ello, el alcalde de Gilet, Salvador Costa, insiste en que el ayuntamiento sí lo tiene en cuenta y que su intención es "empezar cuanto antes" la ejecución del proyecto. "Entiendo que a la gente le venga mal gastarse dinero, pero cada vecino tiene que pagar los costes de la urbanización, como todas las demás", ha manifestado el primer edil.
Uno de los puntos clave de desacuerdo entre el vecindario y los representantes públicos son las zonas verdes de la urbanización. Según señala la agrupación vecinal, hace aproximadamente tres décadas había un área de arbolado que el consistorio vendió y en la que, posteriormente, se edificó. Respecto a este desencuentro, el alcalde ha especificado que "por ley, son los propietarios quienes tienen que pagar las zonas verdes actuales. Hay cinco de ellas, de las cuales tres fueron adquiridas por el ayuntamiento, y ahora las dos restantes queremos que las adquieran los propietarios, como se ha hecho en los demás núcleos de población de Gilet". Un pago, no obstante, al que los residentes se oponen.
En este sentido, en un comunicado emitido por la junta de vecinos, han advertido que "a pesar de carecer de servicios básicos, se han estado concediendo licencias de obra hasta el año 2018". Y es que, como cuenta uno de los propietarios, con el cambio de normativa en 2019 se dejó de edificar porque las parcelas no cumplían con algunos requisitos de "solar". "Nosotros sí queremos pagar el alcantarillado, el agua potable y el asfaltado, pero las zonas verdes ya se dijo en su día cuáles eran y no estamos dispuestos a pagarlas, simplemente queremos que se cumpla el convenio", reivindican desde la agrupación.
La AIU critica que el equipo de gobierno no les tenga en cuenta para la redacción del proyecto y aseguran que la administración local "va por libre" con un plan paralelo. Algo que Costas niega, ya que asegura que les ha ofrecido hacer un equipo con el arquitecto que los vecinos contrataron y los técnicos municipales. "Queremos que las obras se empiecen lo más pronto que se pueda, pero al no haber agua potable, el ayuntamiento, a través de una subvención de la Conselleria, ha conseguido una tubería de impulsión del agua, que por supuesto se ha descontado del proyecto", ha concretado el primer edil.
En esta línea, el alcalde descarta que no haya voluntad de solventar las carencias de la zona: "al contrario, el ayuntamiento quiere solucionar este problema cuanto antes porque nos ha costado ya en torno a 123.000 euros y porque lleva sobre la mesa veinte años, pero también la agrupación tiene que poner de su parte", ha sentenciado.