VALÈNCIA (EP). Los ministros de Energía de la UE han alcanzado este martes un acuerdo político para reducir de forma "voluntaria" el consumo de gas en el mercado comunitario un 15% hasta la próxima primavera aunque con excepciones como las interconexiones o la capacidad de exportación, tras la propuesta de la Comisión Europea de la pasada semana para hacer frente a posibles cortes de suministro de gas por parte de Rusia.
Además, el acuerdo de los Veintisiete establece que serán los países de la UE los que tendrán la responsabilidad de activar el estado de "alerta" en la Unión a través del Consejo para que se active la obligatoriedad de la reducción de consumo de gas, a diferencia de la propuesta inicial de Bruselas.
"La adopción de la propuesta de reducción de gas en un tiempo récord ha fortalecido nuestra seguridad energética", ha indicado el ministro de Industria y Comercio de la República Checa y presidencia de turno, Jozef Síkela, que ha añadido que el ahorro de gas ahora mejorará la preparación de la UE.
El acuerdo político, al que sólo Hungría se ha opuesto, plantea reducir la demanda de gas un 15% entre el 1 de agosto del presente ejercicio y el 31 de marzo del próximo año, respecto a la media de consumo de los últimos cinco años aunque cada país escogerá qué medidas que implementará.
Así, contempla excepciones específicas para algunos Estados miembro considerando factores como la interconexión de un país respecto a otras redes gasísticas en la UE, la sincronización con la red de distribución eléctrica europea, su capacidad de exportación o sus niveles de almacenamiento.
"Se ha introducido una mayor flexibilidad para reflejar las diferentes situaciones de los Estados miembros", ha indicado la comisaria de Energía, Kadri Simson, en rueda de prensa, apelando a reconocer las diferentes circunstancias de los Estados miembros pese a "la necesidad de un plan" a nivel europeo para reducir la demanda para asegurar el suministro en inverno.
En base a ello, podrán solicitar una excepción parcial aquellos países de la UE que cuenten con una baja interconexión con otros Estados miembros en relación al tamaño de su mercado y puedan garantizar que usarán su capacidad de exportación por interconexión o a través de terminales de gas natural licuado para redirigir el consumo de gas a otros países comunitarios.
En este caso la derogación sería parcial e implicaría una reducción de 8 puntos porcentuales respecto al ahorro del 15% del consumo de gas marcado para los Estados miembros. Un escenario bajo el que podrían ampararse, a priori, España, Portugal o también Italia.
Además, también se aplican derogaciones de esta reducción para los países insulares que no estén interconectados a la red de gas de la UE, ya que su recorte en el consumo de gas no redundaría en la mejora de la seguridad de suministro de otros países que lo necesiten.
"Hay una derogación para las islas que no están conectadas al sistema eléctrico de la UE", ha dicho Síkela, que se ha referido a Irlanda, Malta y Chipre.
La lista de exenciones los países de la UE incluye también a aquellos Estados miembros cuya red de distribución de electricidad no esté sincronizada con la europea, como es el caso de los países Bálticos o aquellos que todavía sean muy dependientes de gas para la producción de electricidad.
De hecho el ministro checo ha justificado que "hay una excepción para los países Bálticos cuyo sistema eléctrico está sincronizado con el de Rusia", ya que si Rusia decide desconectarlos deben poder hacer lo posible "para asegurar que su sistema eléctrico puede seguir funcionando".
Por último, se podrían acoger a estas excepciones los países que no hayan alcanzado los objetivos de almacenamiento de gas. También aquellos cuyas industrias críticas dependan del gas como materia prima para la producción de fertilizantes y que su consumo haya aumentado al menos un 8% en el último año en comparación con la media de los cinco años anteriores.
Además, el acuerdo de los Veintisiete establece que serán los Estados miembros los responsables de activar el estado de "alerta" en la UE, lo que convertiría en obligatoria la reducción del consumo de gas.
La Comisión Europea presentará una propuesta para declarar el estado de "alerta en la Unión" en caso de "riesgo sustancial" de escasez de gas y tendrá que contar con el apoyo de, al menos, cinco Estados miembros que hayan declarado la alerta a nivel nacional.
El texto acordado se adoptará formalmente mediante procedimiento escrito, que se iniciará y concluirá en los próximos días, tras las revisiones técnicas.
Las medidas de reducción de la demanda que adopten los países comunitarios deberán priorizar que no afecten a los clientes protegidos, como los hogares y los servicios esenciales.
Entre esas medidas se plantea que la producción de electricidad reduzca el consumo de gas, que la industria efectúe el cambio por otros combustibles alternativos o campañas nacionales de concienciación.
Los Estados miembros deberán actualizar sus planes nacionales de emergencia para que incluyan objetivos de reducción de consumo de gas e informar regularmente a la Comisión Europea de cómo avanzan sus planes.
Tras conocerse el acuerdo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha puesto en valor el acuerdo de cara a asegurar y coordinar la reducción de la demanda de gas para el próximo invierno y la posibilidad de declarar la "alerta europea" para hacer esta reducción obligatoria.
A su entrada al Consejo de ministros de Energía de la UE, previa a la reunión con sus homólogos, la titular de Clima y Medio Ambiente polaca, Anna Moskwa, ha mostrado su rechazo que se fuerce a ningún país a imponer "una reducción que no quiera aceptar" ya que la seguridad energética es una responsabilidad nacional e individual.
"Cuando decimos solidaridad, decimos libertad. No podemos decir solidaridad y decir obligación", ha indicado Moskwa, que ha añadido que sí apoyaría sanciones al gas ruso porque se refiere a la seguridad nacional pero la reducción del consumo tiene que ver más con la "desigualdad" entre países.
Por su parte el ministro irlandés de Transporte, Medio Ambiente, Clima y Comunicación, Eamon Ryan, ha instado a reducir la demanda de gas pese a que Irlanda sea uno de los países que se beneficie de las excepciones al no estar conectada a la red energética europea.
En un paso más, Ryan ha planteado que la reducción del 15% no será suficiente teniendo en cuenta que Rusia ha anunciado otra reducción de suministro en Nord Stream 1.
A este respecto, el ministro alemán de Asuntos Económicos y Acción Climática, Robert Habeck, ha apelado a que "Europa esté unida" después de que Rusia haya decidido reducir un 20% el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 -que conecta Alemania y Rusia-, para mandar "una señal importante" al mundo.
En este sentido, el alemán ha opinado que las excepciones pueden provocar "mucha burocracia" y podría derivar en procesos "muy lentos en tiempos de crisis", si bien ha comprendido que las excepciones "son razonables".