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JUICIO POR LA SALIDA A BOLSA DE LA ENTIDAD BANCARIA

Verdú asegura que las cuentas de Bankia "eran las más supervisadas de la historia de España" 

Foto: EFE/Chema Moya
20/02/2019 - 

VALÈNCIA (EFE). El ex consejero delegado de Bankia Francisco Verdú ha asegurado este miércoles en el juicio que se sigue por la salida a bolsa de Bankia que las cuentas de la entidad "eran las más supervisadas de la historia de España", en relación a los informes favorables de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) o los mayores bancos de inversión del mundo.

El alcoyano Verdú, que se incorporó a Bankia en mayo de 2011, apenas un mes y medio antes de que saliera a bolsa, ha comenzado hoy a responder a las preguntas del fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, que solicita para él dos años y siete meses de cárcel por un delito de estafa a los inversores.

Antes de incorporarse a Bankia, ha relatado, analizó los informes de auditoría, que en este caso estaban elaborados por las principales firmas del sector-Deloitte, Ernst & Young, KPMG-, tanto de Bankia como de su matriz BFA, "todo ello verificado por expertos contables independientes".

También examinó las cuentas de BFA correspondientes al primer trimestre de ese año, las que habían sido aprobadas en marzo.

Verdú ha recordado además que "cinco días antes de la salida a bolsa" se publicó el resultado de los test de estrés realizados a toda la banca europea, unos exámenes que "esperaban con ansiedad todos los consejeros de los bancos", y que Bankia pasó con holgura.

Asimismo, los principales bancos de inversión del mundo, Bank of America Merrill Lynch, Goldman Sachs, "que son los que en condiciones normales se ocupan de la colocación de emisiones", habían emitido informes favorables a la salida a bolsa, del mismo modo que lo hizo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Por lo que respecta a las cuentas de Bankia, "las que yo firmo eran las que había formulado BFA, y fueron auditadas sin salvedades; yo no tengo ninguna duda, ni razón ni evidencia para cuestionar esas cuentas, que son las más supervisadas de la historia de España".

El tríptico

Verdú ha defendido ante la Audiencia Nacional la información proporcionada a los inversores de la salida a bolsa de la entidad, y ha insistido en que los riesgos de la operación "quedan muy bien reflejados" en el tríptico que se repartía a los clientes.

A preguntas del fiscal jefe de Anticorrupción, que pide para él dos años y siete meses de cárcel por presunta estafa a inversores, Verdú ha sostenido que el folleto recogía "las cuentas muy bien armadas" y "más riesgos" de los exigidos en otros casos, a instancias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que reforzó su vigilancia "para proteger al minorista".

En relación con la salida a bolsa de la entidad, ha afirmado que "siempre" fue la única alternativa barajada por el grupo financiero, una decisión amparada por el propio Banco de España, que tres meses antes del salto al parqué "dijo que era la mejor opción, la que daba transparencia".

Como hiciera en la víspera, el fiscal Luzón, que ha sustituido por tercera sesión a Carmen Launa, aún de baja médica, ha incidido en el perjuicio que habría causado la fuerte rebaja del precio inicial de Bankia hasta los 3,75 euros.

Al respecto, el que fuera "número dos" del expresidente Rodrigo Rato ha explicado al tribunal la coyuntura económica de ese año, 2011, cuando "en Europa, los bancos irlandeses cotizaban con un descuento del 86 %, los belgas del 76% y los italianos del 70%.

"Lo que no tiene sentido es que el Banco de España, si tenía la más mínima duda sobre el precio, no lo manifestara antes", ha replicado antes de añadir que esta rebaja no era un indicativo del valor o la viabilidad de la entidad.

No obstante, Verdú ha insistido en que su llegada, en la primavera de ese año, se produjo cuando el debate sobre la operación "ya estaba cerrado" y los organismos públicos habían antepuesto esta alternativa a la de buscar un inversor privado o el apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Cuentas

También se ha referido a las cuentas recogidas en el folleto que se comunicó al mercados: "Estaban auditadas y puestas a valor razonable. Si las cajas hubiesen ocultado algo, que lo dudo, en esa posible ocultación el primer engañado habría sido yo".

Al respecto, ha aseverado que "ningún profesional ha contado con más opiniones de expertos, normativas y valoraciones" de las que él pudo tener.

Motivo por el que no tenía sentido, ha dicho, no fiarse de ellas y encargar una nueva auditoría que habría demorado el debut bursátil "cuatro o cinco años".

"¿Qué pasa? ¿Que todos los actores, los bancos de inversión, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y todo el mundo sabe que hay algo oculto y no lo dice?", ha espetado ante la sala que preside la juez Ángela Murillo, a la cual ha indicado que si todas las opiniones desconocían posibles incidencias contables, él personalmente no puede haber engañado a nadie.  

Verdú percibió que Rato sufría presiones políticas

El exconsejero delegado de Bankia ha asegurado que percibió que el que fuera presidente de la entidad, Rodrigo Rato, estaba sufriendo exigencias que "no eran normales, sino de otros estamentos" justo antes de dimitir, hecho que se produjo el 7 de mayo de 2012.

Verdú ha explicado que Rato le comentó que entre los días 5 y 6 de mayo de 2012 mantuvo varias reuniones. Una de ellas recuerda que fue una cena con el exministro de Economía, Luis de Guindos, mientras que en la otra estaban presentes, además del actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), los presidentes de CaixaBank, BBVA y Santander.

En este sentido, el exconsejero delegado de Bankia ha indicado que Rato le trasladó una preocupación especialmente relevante por parte de "un banco en concreto que quería aprovecharse de la situación de Bankia". "Ese banco quería que Bankia sufriera y se debilitara para ganar cuota de mercado", ha subrayado.

Por otro lado, Verdú ha señalado que continuó dentro de Bankia cuando se fue Rato y llegó José Ignacio Goirigolzarri dos meses más "para ayudarlo". Según ha explicado, él llevaba ya diez meses en Bankia y tenía más conocimientos sobre el banco que el nuevo presidente.

Finalmente, dimitió el 4 de julio de 2012 tras la presentación de una querella en contra de él por parte de un partido político. "Yo no podía ser consejero delegado estando querellado", ha apostillado, al tiempo que ha lamentado que todo hubiera ocurrido así.

Verdú ha asegurado que "asume sus responsabilidades", ya que en caso contrario seguiría estando en Bankia o en cualquier otro consejo de un banco, aunque ha reconocido que la querella le "destrozó la vida personal y profesional".

El acusado ha explicado que actualmente forma parte del comité de asesoramiento de una sociedad gestora de fondos y patrimonios, es asesor de una empresa "muy importante" de torneos medievales y forma parte del consejo de una hotelera.

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