VALÈNCIA (EFE). Tres horas libres en Madrid en un viaje exprés para asistir a una charla en el Instituto Nacional de Estadística, sin nada más que poder hacer que recorrer la Gran Vía de arriba abajo, llevó a tres jóvenes emprendedores a idear Travelest, una aplicación móvil que permite optimizar viajes cortos sin estrés.
Fue a su regreso de esa escapada cuando Alejandro Linde, Volodymyr Srilets y Alejandro López se propusieron crear un algoritmo que maximizara el tiempo cuando se viaja con un período ajustado, una idea que ganó el concurso Internacional Treelogic en 2017 y que fue el germen de Travelest.
Estos jóvenes expertos en estadística fueron conscientes del hueco que tenía en el mercado y por ello decidieron desarrollar la idea de forma estable en el programa de incubación de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, donde se tenían en cuenta gustos y preferencias de futuros usuarios.
Así nace Travelest, una aplicación que permite al usuario generar rutas turísticas personalizadas que maximizan el número de visitas a lugares de interés de sus destinos en función del tiempo del que se dispone.
Los jóvenes hicieron realidad su "app" tras entrar en el programa Garaje de la incubadora Lanzadera, impulsada por el empresario Juan Roig, y tienen el apoyo desde sus inicios del Parque Científico de la UMH y el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas (INVAT·TUR).
Para el máximo responsable de la empresa, Alejandro Linde, el apoyo de la incubadora ha sido "un impulso muy grande" porque genera lo que él considera "un ecosistema empresarial brutal", ya que todas las empresas se apoyan y les permite hacer "muy buenos amigos".
Según explica a EFE, Travelest se dirige a un público fundamentalmente joven y tecnológico, a los denominados "Millenials" y "Generación Z", a las personas que se entretienen colgando fotos en las redes, pero también tiene como consumidores a individuos más maduros de entre 45 y 50 años.
El perfil más objetivo que se define desde esta aplicación es el de un usuario de entre 30 y 35 años que suele hacer dos o tres viajes cortos al cabo del año y, de ellos, el 65 % corresponde a mujeres.
Linde asume que se centran en usuarios que "se patean la ciudad" y que, por ello, plantear la aplicación para familias todavía es una cuestión que está en proceso de evolución, pues "las rutas serían más tranquilas", ya que la velocidad del paso de un niño no es la misma que la de un adulto, lo que supondría toda "una vuelta de tuerca".
Confiesa que lo considerará porque comprende que los padres "tienen todavía menos tiempo para organizar su viaje" y su aplicación podría aportarles mucho a la organización de sus horarios.
El empresario añade que se da libertad para que "cada uno viaje a su manera" y por eso se hacen rutas que tienen en cuenta dónde quiere empezar y terminar el usuario, así como el tiempo del que dispone y sus gustos y preferencias.
El nivel de personalización que alcanza la aplicación es su punto diferenciador, ya que muchos programas ofrecen rutas predeterminadas y, como destaca, "no a todos nos gusta lo mismo, ni todos viajamos igual".
Los desarrolladores reconocen que "saber qué quieres ver es muy fácil, pero lo realmente difícil es ordenarlo todo", por lo que quieren evitar que una persona que no dispone de tiempo pasee perdido por las mismas calles.
Sostiene que a más largo plazo quieren implementar un sistema para que el usuario pueda comprar un tique de manera anticipada y se pueda evitar colas en sus visitas, así como de información sobre el transporte público cuando sea necesario, con el fin de mejorar las experiencias de los turistas.
La "app" está a disposición de sistemas iOS y Android, es totalmente gratuita e incluye 30 grandes ciudades europeas, entre ellas València, Barcelona, Sevilla y Madrid en España y Londres, París, Roma, Berlín o Praga, a las que en el futuro se sumarán más.