VALÈNCIA.-En su última edición, Cevisama reconoció al diseñador valenciano Vicente Navarro sus cuatro décadas de trayectoria en el interiorismo.
—No cuenta con antecedentes familiares en el diseño. ¿Cómo llega a abrazar el interiorismo?
—Era mal estudiante, así que mi padre me mandaba descargar ladrillos en vacaciones. Entendí la obra como un posible camino profesional. Tuve la suerte de que él lo vio igual y me matriculó en Diseño de Interior en la antigua Escuela de Artes y Oficios de València, en la que logré terminar gracias a profesores como Francisco Sebastián, con quien hice prácticas posteriormente. Allí conocí a mi esposa y he tenido la gran fortuna de tener una familia que ama el diseño de interior y que ha dedicado su vida a esta profesión.
—No se paró demasiado a pensar la conveniencia de fundar un estudio...
—Monté el primer estudio con un compañero de carrera. Las cuentas salían pero decidió dejarme de la noche a la mañana. Yo allí era el ‘lápiz’ por lo que los proveedores casi no me conocían. Se preguntaron qué sucedería a partir de ese momento y sucedió que no pasó nada, que he continuado siendo mi propio ‘lápiz’ hasta ahora. Ese mismo lápiz que se muestra en la marca de la empresa, diseñada por Rafael Martínez Blanco, aunque Pepe Gimeno intervino en ella posteriormente. Las palabras «decorador-proyectista» que acompañan al logotipo resumen bien una trayectoria.
*Lea el artículo completo en el número 42 de la revista Plaza