Rosa Peris y Alberto Montaña.VALÈNCIA. A estas alturas, sorprender al paladar con una fruta como el melón, con la que hemos crecido desde nuestra más tierna infancia, no es tarea fácil.
Pero lo cierto es que esta placentera experiencia gastronómica nos la puede ofrecer un melón con nombre propio: Vicentín. Este melón gourmet lleva en el mercado más de 60 años y es el ‘niño mimado’ de la empresa valenciana Vicente Peris, radicada en plena Huerta de Valencia, en el término municipal de Foios.
Es uno de los productos de alta calidad que se pueden encontrar en fruterías selectas, gerenciadas por profesionales de las frutas y verduras que miran más allá del precio, porque la calidad es el santo santorum de su negocio.
En el caso de Vicentín, este se distribuye desde los mercados de abastos a toda España, y el ‘xiquet’ fallero de la etiqueta es recibido con los brazos abiertos desde Galicia a Cataluña pasando por La Rioja, Madrid y Andalucía. Por supuesto, también en la terreta, donde Vicente Peris se ha hecho fuerte destacando por la alta calidad de sus productos.
“Para mucha gente probar un melón Vicentín es como redescubrir el melón, porque de pronto se encuentran con una textura que no habían disfrutado nunca y con un dulzor natural que te hace salivar y querer más. Esta percepción nos lo han comentado en innumerables ocasiones y nos enorgullece, porque es justo el objetivo que buscamos con nuestros melones”, comenta Alberto Montaña Peris, director general de Vicente Peris.
¿Hay secreto? Nos preguntamos… Y en Vicente Peris nos confirman que sí. La elección de las variedades del melón, la ubicación de los campos de cultivo, una correcta rotación de las tierras -que se quedan extenuadas tras un año de trabajo-, el momento del corte… Todo ello influye. Y luego está el papel de los triadores, con manos expertas y ojo clínico para determinar qué melones merecen llevar la enseña Vicentín y cuáles se quedan a las puertas del éxito.
Para la empresa valenciana Vicente Peris estos ‘secretillos’ son parte de su ADN. El nombre de la empresa viene de su fundador, un agricultor del barrio de Cuiper, en plena Huerta de Valencia, cuya pasión por esta fruta le llevó a fundar la empresa familiar que va ya por la tercera generación.
“Para él, el melón lo era todo y su mantra era la calidad, porque entendía que melones del montón ya había muchos, pero para destacar en el mercado es preciso conquistar corazones con otras estrategias en las que la base es la excelencia, y eso está marcado a fuego en cada uno de los miembros de esta empresa”, comenta Rosa Peris, hija del fundador, responsable comercial y gerente de Vicente Peris hasta 2019.
Los melones Vicentín llegan a toda España. En Logroño, son marca fija en Frutas y Verduras Selectas María Adela. “Bueno, no, lo siguiente”, nos dice María Adela Díez, gerente de la frutería, al preguntarle su opinión sobre estos melones. “La textura, el sabor, el color… Lo tiene todo. Yo también vendo marcas más económicas, pero al final la gente prefiere medio de Vicentín que uno de los baratos, porque están buenísimos”.
En el Restaurante Ca Pepico de Meliana, en plena Huerta de Valencia, Vicentín ocupa un lugar destacado en su carta desde hace muchos años. “Para nosotros, Vicentín es el número uno de los melones y el precio no es algo que nos planteemos, valoramos la calidad por encima de todo, y el dar a nuestros clientes lo mejor. En nuestra carta es un fijo en verano y en invierno, y está buenísimo en ambas temporadas, con esa textura crujiente, el punto justo de azúcar, sabroso, refrescante… Es un producto extraordinario”, comenta Pep Ferrer, copropietario de Ca Pepico.
La fama de este melón se cuida al milímetro. Tanto, que si algunos meses al año su calidad no es la óptima, se baja la persiana de Vicentín, el melón gourmet del ‘xiquet’ fallero.
