VALÈNCIA. (EFE) La liberalización del peaje de la autopista AP-7 de Vila-real, prevista para el próximo año, supondrá una "merma económica" para las arcas municipales de este consistorio, que dejará de ingresar más de 180.000 euros por el IBI.
El concejal de Territorio del municipio, Emilio M. Obiol, ha declarado que es una noticia "que llevábamos años esperando y que aplaudimos, pero que suma una nueva merma de los ingresos a la ya delicada situación económica municipal".
En la actualidad, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) paga la empresa concesionaria por el tramo de autopista que discurre en el término de Vila-real, un peaje que supera los 180.000 euros anuales en concepto de ingresos y que pasará a ser propiedad del Estado a partir del 31 de diciembre de 2019.
Según fuentes municipales, esta liberalización "supondrá un nuevo revés para las arcas municipales" al ya no estar la carretera sujeta al pago del impuesto, por lo que "a las previsiones presupuestarias del próximo año deberemos restarle esta cantidad".
El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha querido subrayar que "esta circunstancia se suma a otras importantes caídas de ingresos que está sufriendo el presupuesto municipal en los últimos años".
Benlloch ha recordado la caída de entre 500.000 a 600.000 euros en la recaudación en plusvalías, la pérdida de 300 mil euros en trasferencias del Estado y la devolución de 200 mil euros del PIE adelantado en 2018.
"La futura liberación de la autopista es una noticia que llevábamos reivindicando años y por la que nos felicitamos, pero es importante que seamos conscientes de que todo tiene sus consecuencias y su coste", ha añadido el alcalde.
Para concluir, Benlloch ha hecho hincapié en "el pago de 44 millones de euros por la herencia del PP en empastres urbanísticos y los 10 millones que ya se han pagado del préstamos millonario o los 9 millones encontrados en facturas en los cajones", un legado que se suma a la "ya difícil" situación económica del municipio.