VALENCIA. Las acciones de Volkswagen (VoWGP) encadenaron ayer su segunda sesión al alza recuperando una pequeña parte tras la sacudida del pasado lunes, cuando se conoció que el gigante alemán de la automoción había vulnerado la legislación medioambiental en Estados Unidos y manipulado la información acerca de sus emisiones de CO2 en vehículos diésel.
Ese día sus títulos acabaron sucumbiendo un 18,60%, mientras al día siguiente la corrección al cierre alcanzó el 19,82%. En dos sesiones se dejó más de un tercio de su capitalización bursátil -llevándose por delante a sus ejecutivos-; mientras que en las dos últimas sesiones ha logrado recuperar cerca del 6% aunque para muchos sea el típico 'rebote del gato muerto'. Habrá que estar atentos a los próximos días.
Las autoridades norteamericanas no han tardado en amenazar con un 'multazo' de 18.000 millones de dólares, pero lo que es un hecho es que las consecuencias son imprevisibles. porque no pocos temen que investiguen a otras firmas automovilísticas en busca de 'software encubridor'.
De ahí que el mercado se cuestione si el 'affaire Volkswagen sea un caso aislado o, por el contrario, sea la punta de un gran iceberg que ponga en jaque a todo el sector. Y conviene recordar que las mayores compañías cotizan en las bolsas más importantes del planeta.
Por lo pronto el presidente de Seat, filial española del consorcio alemán, Jürgen Stackmann, tranquilizó ayer a la factoría de Martorell asegurando que la inversión de 3.300 millones de euros prevista para los próximos cinco años en la automovilística española no está en riesgo.
Pero el impacto no solo ha sido sobre las acciones de la segunda automovilística más grande del planeta sino también sobre sus activos de renta fija. Michael Boye, experto en renta fija de Saxo Bank, advierte de que "sus bonos senior y perpetuos también han estado sujetos a una fuerte presión vendedora. Los bonos senior de la compañía son 'Aa3' y 'A', calificados por Moody's y S&P respectivamente, mientras que los bonos perpetuos tienen un rating de 'Baa1' y 'BBB+".
A su juicio, "los inversores temen que las repercusiones financieras del escándalo de las emisiones que está protagonizando la compañía puedan conducir a Volkswagen a una degradación mayor por parte de las agencias de calificación, lo que podría a su vez dejar a los bonos perpetuos sin su estatus de grado de inversión".