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La segunda edición del WAM Estrella Levante busca terminar definitivamente con las comparaciones con el pretérito SOS 4.8
VALÈNCIA. En diciembre de 2016, la promotora que hasta entonces había sido la encargada de organizar el SOS 4.8, Legal Music, lanzaba un comunicado en el que anunciaba las suspensión del evento tras casi una década de festival. Las desavenencias con la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a quienes los promotores les afeaban una “actitud irresponsable”, fueron el diagnóstico de la ruptura. Sin embargo, mientras unos se despedían y procedían a devolver el importe de los abonos a quienes ya lo habían adquirido en la navidad de 2016, el ente público soslayaba que la suspensión del SOS 4.8 de 2017 no estaba tan clara. Ese mismo año, con el cuerpo todavía caliente del SOS, nacía el WAM (We Are Murcia), con el patrocinio de la misma fábrica de cerveza y las administraciones públicas locales y autonómicas.
La administración pública lanzó un guante que no llegó a tocar el suelo. Finalmente, la alicantina Producciones Baltimore se hizo cargo de la organización del WAM. El festival de Murcia completa el póker junto al Low Festival y el Fuzzville de Benidorm, el Spring Festival de Alicante y el GetMAD! de Madrid. La primera edición del WAM Estrella Levante se llevó a cabo a contrarreloj y con Future Islands y Orbital como principales atractivos; la segunda edición se celebrará el 4 y 5 de mayo en el recinto ferial de La Fica de Murcia.
No hay lugar a dudas: la presencia de alt-J es, al mismo tiempo, el elemento diferenciador con respecto al resto de festivales de la burbuja indie y el vínculo invisible con el desaparecido SOS 4.8. El corte de la confirmación del trío encaja a la perfección con la línea heredada del festival que convocó a Chvrches, The Magnetic Fields, The Flaming Lips, Morrissey o Damon Albarn en su historial previo a la desaparición; lo que, a su vez, era uno de los más visible factores que los alejaban de la turba de festivales nacionales que, amparados en el turismo, el sol y la cerveza, ya calcaban entonces la parrilla de grupos confirmados.
Alt-J es -hoy más que en sus inicios, cuando tocaban a primera hora de la tarde en el BBK-, el grupo que ha de ayudarte a marcar la diferencia. El que te sitúa inmediatamente después de los colosos -Primavera Sound, BBK Live, Mad Cool-, en ese pequeño grupo de festivales que tratan de resistir sin jugar la baza del veranito. La banda de Leeds, que apenas lleva un lustro de referentes discográficos, ha pasado ya por los grandes nacionales (Primavera en 2015, Mad Cool en 2017 y BBK en 2013, 2015 y este mismo año). El WAM se ha apuntado el tanto que, por ejemplo, deberían haberse apuntado en Benicàssim, tu festival y, sobre todo, cada vez el de más británicos.
Musicalmente hablando, lo cierto es que alt-J se encuentra en uno de esos momentos complicados en la vida de un grupo. Después de un disco que en 2012 les situó en primera línea mediática, y un segundo trabajo de una dimensión estética y conceptual fuera de lo común, su tercera obra ha desconcertado a más de uno. El tradicional temor a la dificultad de un tercer disco ha sobrevolado en Relaxer: y ha sido posiblemente ese miedo a volver a caminar por territorios demasiado familiares el que les ha hecho publicar en 2017 su disco más irregular y, hasta la fecha, también el menos consistente. Aun con eso, su directo ha de ser uno de los imprescindibles del curso de festivales en España.
Como siempre, y Mad Cool al margen, la medida real de un cartel está en el comportamiento de la clase media. El famoso factor FIB. En este sentido, al WAM Estrella Levante todavía le queda un largo recorrido para acercarse de forma definitiva a la estela del SOS. Tras alt-J y Kasabian (cabeza de cartel del viernes de 2008 a años luz del sábado de 2018), el peso del festival recae en gran medida sobre el mal llamado indie nacional. !!! (Chk Chk Chk) -que estuvieron en el SOS 4.8 de 2011-, Yelle -SOS 2012- y Nada Surf -SOS 2010- destacan entre la enorme selección de nombres españoles que pueblan el festival tras los dos principales atractivos del festival. Una práctica que recuerda de forma evidente a la confección clásica del cartel del Low Festival, también responsabilidad de Producciones Baltimore.
Es en ese aspecto donde se percibe el recorrido que se abre camino por delante y el margen de mejora respecto a su predecesor en el recinto ferial de la Fica. Sidonie, Izal, Dorian o Carlos Sadness llegan desde el lado más obvio de la industria del festival en España; si bien El Columpio Asesino, Viva Suecia, Neuman o Iván Ferreiro se sitúan en la parte más respetable del espectro de toda la música que tiene en Radio 3 a su principal foco de propagación. Biznaga desde el enfoque punk, Joana Serrat desde el del americana y el folk-pop, y Ms Nina con el trap y el reggaeton completan una clase media en la que, además, tienen mucho que decir los grupos valencianos.
La aportación valenciana al WAM 2018 dispara las alarmas de chovinismo de una forma preocupante. Sin embargo, es más bien acierto del departamento de programación del festival que otra cosa. Modelo de Respuesta Polar, La Plata y Mueveloreina son los tres referentes vecinos que participan de esa suerte de significación de la clase media del sucesor del SOS 4.8. Son, cada uno en sus respectivos géneros, elementos revitalizadores que ayudan a dignificar determinados sonidos vejados por otros ejecutores. Mueveloreina ofrecen una versión del trap, del reggaeton y del R&B que ayuda, de forma saludable, a evitar el cliché como argumento; Modelo de Respuesta Polar y La Plata lo tienen más complicado con el indie, pero aportan su granito de arena.
La Plata -que aparece como cuarta referencia nacional en listas oficiales de Spotify como Indielandia junto a Cigarettes After Sex, Julia Holter o Arcade Fire- legan, además, con disco nuevo en 2018; lo mismo sucede con Modelo de Respuesta Polar, que a finales del año pasado publicaron su tercera referencia en poco más de cuatro años. En su caso, Mueveloreina continúa con la consolidación de un proyecto que hace apenas un par de año a duras penas existía: al WAM hay que añadir en la agenda de este año las fechas del Sònar de Barcelona, el Vesos de mayo en Las Naves o la del rey del fast food musical de finales de julio en el Arenal Sound. Lejos del exceso de empatía nacionalista, la realidad es que estas tres referencias forman parte de la cara más interesante del WAM.