VALÈNCIA. El empeño del Ayuntamiento de València por posicionar internacionalmente a la ciudad a golpe de evento no ha surtido efecto. La modernidad era la apuesta y la mayor conferencia tecnológica de Europa el tren al que subirse. Pero esta vez no ha podido ser. La organización de Web Summit ha descartado València como sede para 2019. Así lo confirman fuentes del consistorio, donde el pasado mes de junio el alcalde de València, Joan Ribó, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, presentaban la candidatura de la ciudad con el apoyo de todos los grupos políticos del Ayuntamiento.
La misión era suceder a Lisboa, que en noviembre albergará por tercer año consecutivo uno de los mayores congresos del mundo dirigidos a startups y tecnología. Nacido en Dublín en 2009, reúne cada año a miles de emprendedores, grandes compañías, líderes digitales, inversores y medios de comunicación de los cinco continentes. En la edición de 2017 se congregaron 65.000 asistentes -12.000 más que en 2016- y según el gobierno portugués el impacto económico fue de 300 millones de euros.
El alto atractivo del evento suscitó el interés de varias ciudades en albergarlo: Barcelona y Bilbao entre las españolas y Londres, París, Berlín, Dubái, Hamburgo y Múnich entre las extranjeras. Ponentes de empresas punteras como Amazon, Google, Facebook, Ikea, Nintendo, Airbnb, Siemens, Airbus o Microsoft son algunos de sus asistentes, a los que en 2017 se incorporaron personalidades políticas como el secretario general de la ONU, António Guterres, François Hollande, Al Gore o Yorgos Papandreu, .
València planteó una candidatura para cinco años, prorrogables a otros cinco. El canon anual sería pagado a medias por Generalitat y Ayuntamiento con una aportación de 2,5 millones cada uno. En total, 50 millones si se cumplía todo el plazo. El periódico irlandés The Irish Times subía la cifra del coste hasta 170 millones -17 al año- si se tenía en cuenta todas las infraestructuras alternativas planteadas por el consistorio.
La candidatura de València ofrecía 50.000 plazas de alojamiento -entre hoteles que llegaban hasta Gandia, cruceros amarrados y apartamentos turísticos-. También conexiones ferroviarias incrementadas y un servicio de lanzadera cada tres minutos. El espacio principal propuesto era Feria Valencia con el ofrecimiento de hasta 50 espacios más como la Marina de València, el Palacio de Congresos, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Palau de la Música o la Lonja para realizar todos los encuentros satélite relacionados con el evento. Una candidatura capitaneada por alcaldía que asumieron desde el departamento de Joan Ribó y que dejó poco margen de movimiento a la concejalía de Desarrollo Económico a pesar de que en el departamento liderado por Sandra Gómez se enmarca Vit Emprende, la pata del consistorio que impulsa el ecosistema startup en la ciudad y que ya ha traído eventos como el Startup Sesame Summit.
Los organizadores del Web Summit, que llegaron a València de la mano del ICEX en el mes de enero tal y como publicó Valencia Plaza, valoraron la estabilidad política, la colaboración público-privada, la oferta turística de la ciudad, la conectividad, la seguridad, la asequibilidad y el clima. A esto el consistorio sumaba como baza la plataforma municipal de Smart City, el ecosistema de emprendimiento, los 3.500 ingenieros titulados cada año que salen de las universidades valencianas y las actuales políticas de sostenibilidad.
Y ahora, ¿por qué no? Desde el Ayuntamiento de València señalan que el motivo alegado por los organizadores ha sido la dimensión de València. "Buscaban una ciudad más grande", señalan, aunque también apuntan a que la intención de ambas partes es buscar otras vías de colaboración.
Otras fuentes aseguran que también ha hecho mella la falta de apoyo del sector empresarial, del que arrancaron un compromiso tibio, aunque en la presentación de la candidatura se aseguró que la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) se había comprometido a respaldar económicamente el evento. A esto se sumarían la falta de conexiones intercontinentales, aunque sería una cuestión secundaria al estar conectada València con ciudades como Londres, Frankfurt o Madrid.
En su empeño Ribó jugó hasta la baza del Gobierno, del que señaló que podría declararlo acontecimiento de interés especial "con los beneficios fiscales que supondría para las empresas patrocinadoras". Incluso llegó a solicitar una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para trasladarle "la importancia" de acoger en València el Web Summit. "Ayudará a la transformación productiva de la ciudad, donde la innovación y la inclusión van de la mano", apuntaba el alcalde de València. "Este acontecimiento servirá para relanzar internacionalmente nuestra Fira, que ya acoge eventos tan importantes como Cevisama o Fira Hàbitat", añadía. De momento, habrá que esperar.