Pobles del Sud de València

Al sur del río Turia, entre campos de arroz, acequias centenarias y la serenidad del Parque Natural de la Albufera, se extiende uno de los rincones más auténticos y singulares de Valencia: Pobles del Sud. Este distrito agrupa ocho pedanías con sabor tradicional: Faitanar, La Torre, El Forn d'Alcedo, Castellar-l'Oliveral, Pinedo, El Saler, El Palmar y El Perellonet. Unidas por la huerta valenciana y la Albufera, estas localidades ofrecen una experiencia distinta, donde se unen naturaleza, deporte y gastronomía.

Qué ver en los Pobles del Sud

Patrimonio con esencia rural

En Pobles del Sud, el paisaje es cultura. Recorriendo sus caminos descubrirás alquerías tradicionales, barracas valencianas, secaderos de arroz, trilladoras donde se separaba  el arroz de la paja y una red de acequias que, desde hace siglos, riegan los campos gracias a la sabiduría hidráulica heredada de la época árabe. Las principales acequias provienen del río Júcar (Acequia Real del Xúquer) y del Turia (Acequia de Favara), aunque también existen aportes naturales de los drenajes de los campos de cultivo (escorredors) o de ullals existentes en el marjal.

Los motores, pequeñas edificaciones todavía en uso, siguen repartiendo el agua entre los canales y los campos de arroz. Un buen ejemplo es el motor de la Casa de la  Pipa, hoy reconvertido en centro de educación ambiental.

El distrito está también salpicado de antiguas ceberas, pequeñas construcciones de madera, inspiradas en la barraca valenciana y utilizadas para almacenar cebollas y evitar que se estropearan.
En todas las pedanías, el núcleo urbano se organiza en torno a su iglesia, que actúa como centro vertebrador del vecindario. Destacan la neogótica de Horno de Alcedo, obra del arquitecto Goerlich o la de Nuestra Señora del Rosario de Lepanto de Castellar-Oliveral, sede de la peculiar fiesta del Cant de la Carxofa cada mes de septiembre. A su alrededor, el resto del entramado urbano lo componen mayoritariamente viviendas tradicionales, construidas en una o dos plantas, con cubierta a dos aguas de teja árabe y patio posterior. Aunque muchas de estas casas han sido modificadas a lo largo del tiempo —con reformas en fachadas, estructuras y acabados—, todavía conservan su esencia original. 

Qué hacer en los Pobles del Sud

Explora y pedalea

Este paraíso natural se disfruta mejor al aire libre. Puedes recorrerlo en bicicleta a través del carril bici que parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Desde allí, pedaleando hacia el sur, el paisaje se abre a playas, marjales y arrozales.

Senderos para adentrarte en la naturaleza

Hay múltiples rutas senderistas por el Parque Natural de L’ Albufera, ideales para observar aves, fotografiar atardeceres o simplemente disfrutar del silencio.
Y si quieres completar la experiencia, nada como un paseo en barca tradicional desde los embarcaderos del Puerto de El Saler, la Gola de Pujol o el Palmar. 

Báñate en las playas de un parque natural

El Parque Natural de L'Albufera cuenta con seis playas que son auténticos parajes naturales. Son playas alejadas de las edificaciones, con cordones dunares protegidos y extensos pinares para relajarse.

Prueba la gastronomía local

La tradición culinaria de Pobles del Sud gira, cómo no, en torno al arroz. Aquí nacen algunas de las mejores paellas del mundo. No puedes irte sin probar el clásico “all i pebre”, un buen arròs del senyoret, o disfrutar de un auténtico esmorzaret valenciano en alguna terraza con vistas al marjal o en los bares de estas pedanías que todavía conservan su autenticidad y donde se reúnen los locales. 

Pobles del Sud: Paraíso del birdwatching

La Albufera es uno de los humedales más importantes de Europa, no solo por su diversidad de hábitats y ecosistemas, sino también por encontrarse en plena ruta migratoria de aves. Este entorno natural, en constante cambio por el ciclo de cultivo del arroz y las estaciones, es un auténtico observatorio al aire libre para ver aves tan llamativas como el flamenco común, la garcilla cangrejera, la espátula, el morito, el chorlitejo patinegro o el fumarel cariblanco. En función de la época también es posible avistar aves rapaces como el águila calzada, el aguilucho lagunero, el halcón peregrino o el águila pescadora.
Existen rutas específicas para la observación de aves, algunas de ellas por zonas protegidas de acceso restringido que puedes disfrutar con la Asociación de Guía de Birding de la Comunidad Valenciana.