El jefe del Consell considera que las pequeñas y medianas empresas también son las "primeras beneficiadas" por el turismo
VALÈNCIA. (EFE) El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que las pequeñas y medianas empresas son "la obsesión" del Gobierno valenciano, pero también "las primeras beneficiadas" por el turismo, una práctica "fundamental" para la Comunitat que se debe potenciar.
Puig ha contestado en el pleno de Les Corts a una pregunta del portavoz de Podemos, Antonio Estañ, quien ha dicho no entender algunas de las prioridades del Consell, pues no ve compatible una apuesta por "el aterrizaje masivo de turistas" y de multinacionales, con apoyar a las pymes y el valor del territorio.
Para Estañ, el turismo es "fundamental" y "hay que cuidarlo", pero cree que el reto no debe estar centrado en el número de turistas, que aumenta cada año, sino en acabar con "la falta de derechos laborales" y poner "herramientas para gestionar la conflictividad" que está generando en algunas ciudades.
El president ha asegurado que no existe "ninguna duda de la transición" que quiere hacer el Consell para pasar "de una economía de la especulación a una de la innovación", y ha afirmado que el crecimiento de la inversión extrajera "no compite con las pymes", sino que las ayuda.
Lo mismo pasa, según Puig, con el turismo, que se beneficia de las inversiones, y ha reconocido la necesidad de combatir la precariedad en el sector turístico, y por ello, ha dicho, "estamos preparando un plan contra la estacionalidad", acordado con empresarios y sindicatos para conseguir estabilidad.
Para el portavoz de Podem, hay dos formas de entender la política turística: "potenciar ese turismo masivo o comprender que el turismo así pensado genera una riqueza que no está bien repartida y que solo reparte efectos perjudiciales".
Ha señalado que el turismo crece pero los trabajadores del sector mantienen "una situación de precariedad preocupante" y eso "debería ser una de las prioridades para el Gobierno Botànic y no tanto la hospitalidad" de los valencianos, de la que parece que dudan con tanto empeño por fomentarla.
Ha dicho que no se puede hacer política a la vez para "favorecer a los productores locales y desburocratizar para favorecer la entrada de competidores extranjeros en los mismos sectores", y en este sentido, ha dicho que le preocupan las prioridades del Consell.
A su juicio, "se debería priorizar una estrategia industrial integral que aúne calidad y diferenciación del producto con unos sueldos y condiciones laborales dignas", y sin embargo, ha añadido, parece que está prefiriendo "poner la alfombra roja en multinacionales y atraer turistas".
En su réplica, el president ha pedido no demonizar el turismo, pues genera el 14 % del empleo y el 13,2 % del PIB y representa más de 300.000 puestos de trabajo, empleos que el Gobierno valenciano pretende mejorar, junto a la formación de los trabajadores, mediante un plan contra la desestacionalización.
"El turismo es fundamental y lo será en el futuro", por lo que "incrementar el turismo, su calidad y la sostenibilidad, es nuestro eje central en política de turismo", ha manifestado Puig, quien cree que eso no perjudica al pequeño comercio, cuyo gran enemigo, ha dicho, es "una nueva realidad".
Frente a eso, Puig ha reconocido que se debe ayudar al comercio pero "no con medidas proteccionistas sino de inteligencia activa".
En cuanto a las infraestructuras estratégicas, ha asegurado que el Consell ha intentado rescatar el capital fijo que estaba paralizado, como el caso de Parc Sagunt, y quiere consolidar la inversión en los puertos valencianos, sin olvidar las pymes que son, según ha afirmado, su "obsesión".
"Estamos en el camino acertado", ha defendido Puig, quien ha dicho que ni el turismo ni la llegada de empresas extrajeras "compite con las pymes", sino que, según el president, "las ayuda".