VALÈNCIA. El mundo de la cultura valenciana anda algo revuelto desde que la Conselleria de Cultura desvelara hace unos días el inicio de conversaciones con Bombas Gens, el centro privado de la Fundació Per Amor a l'Art, para alcanzar un acuerdo que termine en un "encaje real" entre el centro y el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM). No es ningún secreto que el joven centro privado ha pasado por distintos baches en los últimos dos años, tiempo en el que ha adelgazado sensiblemente su plantilla, han dado por concluida su colección artística y han vivido el alejamiento de dos de sus grandes pilares: Nuria Enguita -ahora directora del IVAM- y Vicente Todolí, asesor de la colección Per Amor a l'Art. Ahora busca iniciar una nueva etapa de la mano de la Generalitat Valenciana, con quien está trabajando en un acuerdo que, sin embargo, todavía está por definir.
"No se trata de rescatar a nadie sino de aprovechar una inversión muy positiva y darle una continuidad en la medida de que el proyecto cultura se encaje en un proyecto global", expresó el President de la Generalitat, Ximo Puig, al respecto, tras la presentación de la Colección Lladró, que ha adquirido para el Museu de Belles Arts de València por 3,7 millones de euros. El President ha defendido así el inicio de acuerdo, que ha provocado algunas críticas en el sector de las artes visuales frente a esa idea de 'rescate' del proyecto privado. "No se trata de rescatar, no se va a rescatar un espacio privado, es un espacio que puede tener su cobertura dentro de la política cultura de la Generalitat, eso es lo que se está hablando. Es un espacio expositivo muy interesante. Desde luego, si hay alguna posibilidad de poder utilizarlo y valorizarlo no veo cuál es el problema. Otra cosas es que, desde luego, tiene que participar de una idea museística y que tenga encaje".
Precisamente "encaje" fue una de las palabras clave del departamento de la consellera de Cultura, Raquel Tamarit, cuando se desveló el inicio de conversaciones con los responsables de la Fundació Per Amor a l'Art para integrarse, de alguna manera, en la arquitectura pública. En esas primeras declaraciones, de hecho, también se defendía un futuro acuerdo que busca “enriquecer” a la sociedad y que “no que sea una mera operación para salvar un proyecto privado con los recursos públicos de los valencianos y las valencianas”. Este encaje pasa por una cuestión artística, sí, pero también económica y de personal, pues precisamente el IVAM está pendiente de impulsar un nuevo gran proyecto: la futura subsede en el Parc Central.
Sobre la cuestión económica, expresó Puig: "El coste inicial es cero porque realmente esa inversión ya está hecha, lo que se trata es de [ver] si se puede aprovechar para el conjunto de la población, si hay una idea que lo sustenta y lo puede promover o no. Eso es lo que se está hablando en estos momentos", quien añadió: "Lo que se debe producir es un acuerdo en un entorno como el que se ha producido ahora [con la Colección Lladró], en el que haya una cooperación entre las dos partes y se integre en el espacio artístico público y privado que existe en la ciudad de València".