Éxito de la jornada para seguir las elecciones americanas en Portland Ale House organizado por Avapol
VALENCIA.- Ante una audiencia innegablemente pro-Hillary (aunque fuera como opción menos mala), algunos incluso con Bernie Sanders como referencia, se celebró la Elections Night organizada por Avapol (Asociación Valenciana de Politología) y SPQ Consulting en el Portland Ale House de Valencia. Más de 200 personas acudieron a la cita para seguir el resultado de unas elecciones, las americanas, que resultaron ser todavía más apasionantes de lo esperado.
El entrante de la jornada fue una debate en el que participaron la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia Sandra Gómez; Enric Carbonell, asesor del Consell; David Sabater, vicepresidente de Avapol y consultor de Atrevia; y Javier Cavanilles, redactor jefe de la revista Plaza. Con mayor o menor entusiasmo, todos se mostraron confiados en el triunfo de la aspirante demócrata Hillary Clinton… con un ojo puesto en las pantallas de televisión conectadas con la CNN y pendientes del resultado de Florida. Alex Comes (director de SPQ Consulting), sin tomar partido, ejerció de maestro de ceremonias.
La velada comenzó a las 20 horas y, pendientes de los primeros resultados que no llegarían hasta las 22 horas, los invitados fueron explicando uno por uno su visión de las elecciones. Unos se remontaban hasta los comicios de 1964, en los que Lyndon B. Johnson se enfrentó a Barry Goldwater para intentar establecer paralelismos, mientras otros ponían el acento en el big data como la herramienta que marcará el futuro de las campañas electorales; alguno destacaba cómo el pretendido outsider Trump había conseguido dominar el discurso durante el largo proceso electoral a base de ser él mismo y se enfrentaba (con respeto) a otro tertuliano que creía que el conservadurismo (entendido éste como la prolongación de la política de Obama) no debía considerarse un punto en contra de la primera mujer candidata a presidente de los EEUU. En el fondo, todos querían que ganara ella pero aún faltaba una hora para los primeros resultados.
Luego la cena y las cervezas... sin quitar la vista de las pantallas. Los resultados llegaban poco a poco pero, al principio, se inclinaban del lado del magnate y candidato del partido republicano. Los primeros resultados le daban ganador a él. Hillary sólo sumaba tres delegados (Vermont) mientras Trump ya contaba con 19 (Indiana y Kentucky). Mal comienzo… o bueno, según para quien.
Entre los asistentes, muchos periodistas valencianos, políticos como Vicent Marzá (conseller de Educación), Juan Vicente Pérez (diputado del PP en el Congreso), Sandra Mínguez (diputada autonómica de Podemos), Antonio Estañ (Podemos), así como una nutrida representación de miembros de las juventudes del PSPV y el PP. Todos pendientes de unos resultados que se negaban a llegar.
Llegaron las 22 horas y la CNN empezó a volcar resultados… favorables a Trump. De momento, nadie se había acercado al resultado. Hubo que esperar hasta las 02.00 h. para la primera alegría: Hillary se ponía por delante gracias a Massachusett, Maryland, Delaware, Virginia… En total 68 a favor de la candidata demócrata y 48 para Trump, pero Florida seguía sin decantarse. Si horas antes el debate era sobre los swing states (los que podían cambiar de ‘color’) ahora se hablada de los too early to call (demasiado pronto para atribuírselos a un candidato). Florida era uno de ellos.
Emoción. A las 02.30 h. las tornas cambiaban y Trump volvía a ponerse por delante (68-66) y poco después se sumaban los resultados de estados como Kansas, Nebraska, Wyoming y las dos Dakotas: el multimillonario recuperaba terreno y se situaba 97-84. Florida seguía sin pronunciarse a las 3.15 horas (aunque se teñía de rojo republicano), mientras Trump ya sumaba 136 frente a 104. Como era de esperar, nadie había acertado. Para entonces ya se sabía que el GOP conservaría la Cámara de Representantes.
Casi a las cuatro la CNN seguía dando resultados. Trump ganaba en votos (49.5%) y en electores (137 frente a 104). Faltaba toda la costa oeste (con California como símbolo), pero la pesadilla parecía hacerse realidad. Nevada, Utah, Iowa... eran ahora territorio too early to call, Florida también (pero con Trump por delante). Como mínimo ya había que reconocer que el magnate, independientemente del resultado, era un ganador moral: había laminado a la oposición dentro del partido (sin ser del aparato) y tenía al equipo de Clinton de los nervios. Pero todos pendientes aún de Florida porque el voto electoral seguía beneficiando al empresario.
Pasadas las 04.00, los resultados de los estados más hacia el oeste se empezaban a conocer. En la CNN mantenían la compostura aunque se mascaba la tragedia. El número de asistentes en Portland empezaba a bajar: no quería ser testigos de la debacle demócrata que parecía avecinarse. En EEUU, cabe suponer, los encuestadores buscaban piedras bajo las que esconderse. No parecía una lucha ajustada sino un paseo del republicano. Pero Florida seguía sin caer de ningún lado.
Luego Missouri para Trump y Nuevo México para Hillary. La ventaja para el del pelo imposible era ya de 149 a 109. La meta, 270 delegados, aún estaba lejos… pero cada vez menos. La costa oeste (desde California a Washington) era (teóricamente) territorio Hillary, pero aún así solo le daría a la candidata 264 votos frente a 276. Más nervios que emoción. Florida seguía sin confirmar el resultado, pero la ventaja de Trump aumentaba. Las esperanzas en que EEUU tuviera su primera presidente disminuían al mismo ritmo que los encuestadores que no habían dado ni una y presumían de haber acertado probablemente aumentaba. Parecía que la próxima mujer llamada a romper un `techo de cristal' político será Marine Le Pen en Francia en mayo.
Y luego llegó Ohio y se lo llevó Trump: 167 para él y Hillary se estancaba en los 109. Los 16 representantes de Michigan iban, de momento, para el millonario. Florida ya daba cada vez más igual. Luego, 13 para Hillary en Virginia, y buenas noticias en Pensilvania pero ¿cómo de buenas? Ya no quedaban uñas para comerse. La candidata sumaba 122 pero parecía poco. Luego 9 más en Colorado. Algo es algo.
A las 05.00 h. nuevo cambio. Hillary sumó California (55) y Hawaii (4) y Trump, Idaho (4). Conclusión: La demócrata se ponía en cabeza con 190 frente a 171. ¿Duraría la ventaja? Las bolsas asiáticas empezaban a abrir y caían. Nadie lo tenía claro. Minutos después Carolina del Norte se iba con el republicano: 186 frente a 171. Poco había durado la alegría, aunque Trump siguiera por detrás. Un minuto después, más resultados: 190 para ella, 186 para él. Pese a los datos, el New York Times decía que el empresario tenía el 93% de probabilidades de ser el próximo presidente.
Los siguientes estados en arrojar resultados fueron Oregón y Nebraska: Hillary 197 y Trump 187. Nada aseguraba que la próxima oleada de datos diera la vuelta a los resultados. Michigan, Florida, Iowa o Wisconsin sin atribuir, más de 40 votos electorales. Entonces cayó Florida: 29 más para Trump que sumaba 216 y recuperaba la cabeza. Michigan y Arizona también parecían suyos (26 electores más) pero ella añadía a su cesta los 12 de Washington, que le permitían recortar distancias aunque no recuperar la cabeza (216 vs. 209).
Emoción, pero Portland tenía que cerrar sus puertas. El resultado final se hacía esperar y eso habría que hacerlo en casa, no antes de que los 16 representantes de Georgia se los apuntara Trump (232 en total, muy cerca de los 270 que necesitaba para ser presidente). Más de uno se fue a dormir pensando que el próximo presidente y las dos cámaras amanecerían republicanas. Alex Comes se despidió del evento agradeciendo la asistencia del público y explicando que el objetivo de la Avapol es el de seguir organizando este tipo de eventos en próximos comicios internacionales. Próxima parada: Francia.