VALENCIA. Hay que remontarse hasta el pasado 22 de abril para encontrar la última sociedad de inversión de capital variable debidamente registrada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ese día el organismo supervisor dio el visto bueno a Obenque Capital, sociedad presidida por el empresario español prófugo de la justicia Ángel Pérez-Maura García, por un supuesto caso de soborno con el expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina. Desde entonces no se ha constituido ninguna sicav en España o cuanto menos la institución presidida por Elvira Rodríguez le ha dado su OK, tal y como lo constató ayer este diario de la base de datos pública de dicho organismo.
Con Oblenque Capital, que a día de ayer contaba con un patrimonio de 13,36 millones de euros, son 15 sicavs las que han visto la luz este año. O lo que es lo mismo: la cifra más baja desde 1996. Entre el uno de enero y el 29 de agosto de dicho ejercicio solo se dieron de alta dos sicavs: Lora de Inversiones y Corporat Inversiones, actualmente en liquidación. Claro está que eran otros tiempos y entonces estas sociedades no estaban tan 'demonizadas' como en la actualidad.
Pero la situación cobra una mayor dimensión echando un vistazo al número de bajas, que en el mismo periodo del presente ejercicio -prácticamente en los ocho primeros meses del año-, ha visto como son ya 200 sicavs las que se han esfumado. Medio centenar se han dado de baja y el resto se han fusionado, bien entre sociedades o bien en fondos de inversión. Y es que, tal y como avanzó este diario hace casi dos meses, nunca antes (del 26J) se habían dado de baja tantas sicavs como en el segundo trimestre de 2016.
La inestabilidad política sigue pesando -y mucho- en el ánimo de todos aquellos que tienen -o quieren constituir- una sicav. Y más después del acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos firmado la semana pasada, cuyas propuestas están recogidas en el documento llamado '150 compromisos para mejorar España'. Y, entre ellos, figuran dos específicas para estas sociedades enfocadas hacia los grandes patrimonios pero que conviene recordar una vez más que pueden participar de ellas cualquier pequeño inversor al cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Devolver a la Agencia Tributaria el control fiscal de las Sicav -actualmente bajo la jurisdicción de la CNMV- y computar a efectos del número mínimo de 100 accionistas los que tengan una participación superior al 0,55% son las dos premisas que han fijado el PP y C's. Algo que ya era conocido dado que figuraban en las propuestas de ambas formaciones políticas en su campaña electoral del pasado 20 de diciembre como publicó Valencia Plaza entonces.
Básicamente se trata de que estas sociedades sean auténticas instituciones de inversión colectiva para evitar la picaresca de los 'mariachis'. Para ello se pretende que las nuevas sicavs no sean vehículos de inversión privada de grandes fortunas con el objetivo de tributar menos y, de este modo, garantizar que estas sociedades se utilicen como instrumentos de inversión colectiva como originariamente se crearon.
"Es una medida acertada pero siempre y cuando que se tenga en cuenta el peaje fiscal con los 100 accionistas y no en lugar de los 500 como sucede actualmente", apuntan desde un gestor de fondos de inversión consultado por este diario. "El Gobierno no es tonto y sabe que cargárselas conllevaría muchos despidos en la industria financiera", añaden no sin recordar que "la tributación entre una sicav y un fondo de inversión es la misma aunque desgraciadamente lo que vende es que son sociedades de ricos para pagar menos a Hacienda". Pero lo cierto es que actualmente el 99% de las sicavs domiciliadas en España cuentan con menos de medio millar de accionistas y proliferan las que son de carácter familiar.
Mientras tanto los números siguen a la baja y así en el primer semestre del año, según los últimos datos de Inverco -la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones-, se había reducido el patrimonio y el número de sociedades y accionistas. A 30 de junio pasado eran 3.382 las sicavs que circulaban por España -casi un 1% por debajo del último día de 2015-, que aglutinaban un patrimonio de 32.566 millones de euros -un 4,5% menos- repartidos entre 479.236 accionistas, un 1,5% inferior a los 486.749 del 31 de diciembre pasado.